NORWALK.- Mientras los estados vecinos de Nueva York y Massachusetts enfrentan una afluencia de inmigrantes, los defensores y las autoridades analizan si Connecticut está experimentando algún efecto y si está preparado.
Autobuses llenos de migrantes de la frontera sur continúan llegando a la ciudad de Nueva York, poniendo a prueba la paciencia de los líderes de la Ciudad.
“No tenemos más espacio en la ciudad”, dijo el alcalde de Nueva York, Eric Adams, en julio de 2023.
En Massachusetts, la gobernadora Maura Healey declaró el estado de emergencia con la llegada de inmigrantes, sobre todo en Martha’s Vineyard en 2022.
Pero en Connecticut, los grupos de defensa de los inmigrantes dicen que no han visto una afluencia.
“No creo que estemos viendo las mismas cifras que en Nueva York. Tampoco vemos, al menos que yo sepa, que la gente venga en autobuses o en grandes grupos”, expresó Susan Schnitzer, presidenta y directora ejecutiva del CT Institute for Refugees and Immigrants (CIRI).
Schnitzer dijo que ha habido un aumento de los inmigrantes que llegan a Connecticut, pero no a un ritmo que pueda considerarse una “ola” o una “afluencia”.
Señaló que muchos de los inmigrantes que llegan ya tienen vínculos con el estado.
“Tienen familia, amigos, tal vez antiguos vecinos de sus ciudades, de sus pueblos, aquí”, dijo Schnitzer.
La Division of Emergency Management se reúne periódicamente con grupos como el CIRI.
“Hacemos llamadas y charlamos con ellos cada dos semanas para ver qué están viendo”, dijo William Turner, director estatal de gestión de emergencias.
Dijo que a principios del año pasado se creó un plan para hacer frente a los posibles autobuses que lleguen a Connecticut.
Incluye ayudar a las grandes ciudades a identificar posibles puntos de descenso y trabajar con organizaciones sin ánimo de lucro para prestar servicios.
“¿Cómo podemos satisfacer sus necesidades humanas básicas? ¿Qué necesitarían para instalarse?, son preguntas que hay que hacernos, ya que inmigrantes pueden haber llegado aquí sin apenas avisar”, explicó.
Building One Community (B1C), otro grupo con sede en Stamford, presta este tipo de servicios.
“Ofrecemos desde cursos de inglés y programas de formación profesional hasta servicios jurídicos de inmigración”, explicó Anka Badurina, directora ejecutiva de Building One Community.
Según ella, muchos inmigrantes huyen para salvar sus vidas o buscan oportunidades económicas.
“Cuando vienen aquí, lo que quieren es trabajar y creo que esa es una pieza importante. Están aquí para mejorar su vida, seguro, sus comunidades y nuestra comunidad en general también”, dijo Badurina.
Funcionarios estatales dijeron que están supervisando la situación y se mantienen en contacto con sus homólogos de Nueva York y Massachusetts.