HARTFORD.- El gobernador Ned Lamont, uno de los primeros partidarios del presidente electo Joe Biden, declaró que el ex vicepresidente comprende lo importante que es la ayuda estatal y local y, como tal, tiene la esperanza de que el Estado vea un impulso en los fondos una vez que el demócrata asuma el cargo.
Lamont indicó que los fondos federales que Connecticut recibió a través de la ley CARES ayudaron a pagar los gastos de COVID-19, pero no cubrieron la pérdida de ingresos que todos los estados experimentaron por el impacto que la pandemia tuvo en la economía.
Incluso con un Senado de los Estados Unidos dividido, Lamont manifestó que espera que puedan unirse y hacer algo “antes de que empiecen a atacarse entre sí”.
Connecticut enfrenta un déficit presupuestario de 1.2 mil millones de dólares para el año fiscal 2021-22, y Lamont tendrá que proponer un presupuesto de dos años a una Asamblea General recién elegida a principios de febrero, casi al mismo tiempo que se agotan sus poderes de emergencia.
El Gobernador agregó que ha trabajado con la legislatura para darle la autoridad ejecutiva que necesita y que ha tratado de no desviarse de la “misión principal” de hacer todo lo posible de manera oportuna para prevenir la propagación del virus.
Dijo que los republicanos quieren que use su autoridad ejecutiva para “romper los acuerdos laborales”, mientras que los demócratas, según Lamont, quieren que la use para “prohibir las armas”.
“Por ahora estoy enfocado en nuestra respuesta al COVID-19. Me han dado bastante autoridad que espero seguirla usando con prudencia para mantener baja la tasa de infección”, precisó Lamont.
Hay 10 acuerdos de grupos de negociación que expirarán en 2021.
¿Se asegurará Lamont de que esos grupos de negociación no reciban un aumento en sus salarios? Se preguntaron los defensores.
La salud y beneficios negociados por la State Employees Bargaining Agent Coalition no vencen hasta 2027.
Lamont no respondió específicamente a la pregunta, pero dijo que todavía hay oportunidades con alrededor del 20% de la fuerza laboral elegible para la jubilación en los próximos años para hacer cambios.
