38.8 F
New York
Sunday, January 19, 2025

Disminuyen muertes por sobredosis

Pero el uso de opioides puede estar más extendido que nunca

Te puede interesar

- Publicidad -

STAMFORD.- Los datos muestran claramente que las muertes por sobredosis han disminuido en Connecticut, pero Nancy Navarretta duda en llamarlo tendencia.

Navarretta, ahora comisionada del Departamento de Salud Mental y Servicios para Adicciones del Estado (DMHAS), ha trabajado en la agencia durante 11 años.

Dijo que la epidemia de opioides ha llegado en oleadas y que todavía hay mil 300 muertes por opioides al año en Connecticut.

“Después de dos años, somos cautelosamente optimistas de que podríamos empezar a llamar a esto una tendencia. El año pasado, de 2022 a 2023, hubo una disminución del 8.3 por ciento y de 2021 a 2022, hubo una disminución adicional del 4.7 por ciento. Eso es algo de lo que estamos orgullosos”, declaró la funcionaria.

Navarretta y Luiza Barnat, directora de servicios de opioides del DMHAS, dijeron que es difícil identificar una razón por la cual las muertes por sobredosis de opioides han disminuido en Connecticut, pero la amplia disponibilidad de un medicamento de rescate llamado naloxona ha jugado un papel importante.

El objetivo de Connecticut, basado en un informe del investigador canadiense Michael Irvine, era distribuir 45 mil dosis de naloxona.

El Estado superó con creces esa cifra. El año pasado, el DMHAS distribuyó 60 mil kits de naloxona y las farmacias del Estado entregaron 30 mil adicionales.

Pronto el tratamiento será móvil. El Comité Asesor del Acuerdo sobre Opioides del Estado aprobó dos camionetas que viajarán por el Estado, con metadona y naloxona en existencia, hacia donde el medicamento será más beneficioso.

Esas dosis no sólo han llegado a los socorristas, sino que también han llegado a manos de personas que consumen sustancias narcóticas.

La naloxona actúa inmediatamente: elimina un opioide de los receptores del cerebro, si una persona lo recibe a tiempo. Se la ha denominado la “droga de Lázaro” (por su efecto resucitador).

“Lo que sabemos es que la naloxona se usa mejor cuando está en manos de personas que consumen drogas porque pueden ayudarse mutuamente durante una sobredosis activa”, precisó Barnat.

“Lo que sabemos es que la gente suele morir en su casa o en la casa de otra persona. No se trata de la gente en las calles, sino de la gente en sus hogares”, agregó.

Mark Jenkins estuvo de acuerdo. Para Jenkins, director ejecutivo de la Connecticut Harm Reduction Alliance de Hartford, los primeros en responder a una sobredosis de drogas no suelen ser los servicios de emergencias médicas ni la policía, sino “las personas que están allí con las personas que estaban consumiendo. Esos son los socorristas tradicionales”.

Quizás tan valiosos como la naloxona hayan sido los esfuerzos por educar a las personas que consumen drogas.

La xilazina, un tranquilizante animal que se encuentra en aproximadamente el 24 por ciento de las muertes relacionadas con opioides en Connecticut, no es un opioide en sí mismo y, por lo tanto, no reacciona a la naloxona.

Sin xilazina en su sistema, una persona en medio de una sobredosis se sentará y comenzará a hablar después de que le hayan administrado naloxona.

Pero eso no sucederá si hay xilazina presente, por lo que es importante, según Navarretta, enseñar a las personas a usar naloxona de todos modos y administrar la resucitación cardiopulmonar (RCP) hasta que lleguen los paramédicos.

“Entonces al menos tienes una estrategia para asegurarte de que la persona se mantenga consciente y siga respirando”, apuntó Navarretta.

 

 

- Publicidad -
- Publicidad -

Ultimas noticias

Verified by MonsterInsights