WHITE PLAINS.- Un hombre identificado como Fernando Jiménez Meza, de 41 años y residente de Yorktown Heights, en el condado de Westchester, confesó el homicidio de un adolescente de 15 años y el ataque a otros dos miembros de su familia.
Los hechos ocurrieron en una vivienda de la familia Raimondi en Somers, donde Jiménez Meza ingresó y disparó contra la madre y sus dos hijos, falleciendo el menor.
El adolescente asesinado fue Michael Raimondi, de 15 años, quien perdió la vida en la escena del crimen tras recibir varios disparos por parte del acusado.
La madre y el otro hijo sobrevivieron, aunque resultaron gravemente heridos y enfrentan ahora un proceso de recuperación y también de trauma por lo vivido.
Según la acusación, Jiménez Meza enfrentó cargos que incluyen homicidio en segundo grado, intento de homicidio en segundo grado, asalto en primer grado, posesión criminal de un arma en segundo grado y amenazas en segundo grado.
Además, consta que el acusado había sido deportado previamente, lo que añade complejidad al caso y a los procedimientos de las autoridades migratorias.
De acuerdo con el informe, el hecho ha generado un fuerte debate en la comunidad local sobre los vacíos en los controles migratorios y la cooperación entre las autoridades locales y federales.
Algunos informes indican que Jiménez Meza había sido deportado hace aproximadamente veinte años, pero logró reingresar al país y, tras ello, perpetró el crimen.
Los antecedentes del acusado también señalan que tuvo arrestos anteriores, lo que intensifica las preguntas sobre la eficacia del seguimiento de personas con historia de inmigración irregular.
El condado de Westchester, por su parte, está afrontando las repercusiones del caso tanto en términos de respuesta policial como de apoyo a la familia de la víctima y la comunidad escolar del menor fallecido. La escuela y vecinos se encuentran en estado de conmoción, pidiendo reforzamiento de la seguridad y mayor vigilancia en zonas residenciales. Además, la familia Raimondi ha recibido apoyo de grupos comunitarios para enfrentar el duelo y la atención médica de los heridos.
Durante la audiencia preliminar, la fiscalía argumentó que la naturaleza de los actos, disparar en la residencia familiar, asesinar al menor y herir a otros dos, revela un nivel grave de premeditación y violencia indiscriminada.
La defensa aún no ha presentado argumentos públicos detallados. El juez estableció que el caso es de “alto riesgo” y negó condiciones de fianza que pudieran permitir la liberación del acusado antes del juicio.
En términos de impacto legal, este asunto podría llevar a que las autoridades migratorias reevalúen los protocolos de detención y deportación de personas con antecedentes penales, además de impulsar legislación estatal o local para mayor cooperación con agencias federales en casos de inmigración irregular vinculada a crímenes graves.
La comunidad política en Nueva York observa el caso con interés, ya que puede influir en políticas de inmigración y seguridad pública, finalizaron las autoridades.
