BRIDGEPORT.- Amy Torrez, que vive en Bridgeport y es nativa de Nicaragua, dio a luz a su primera hija, Chiara, hace seis semanas.
Desde entonces, la madre soltera ha encontrado una nueva vivienda y está navegando por el mundo de la maternidad, con la ayuda de un trabajador de salud comunitario, asignado a ella a través del Hospital de Bridgeport.
“Para ser honesta, la única persona que realmente me mostró preocupación por mi seguridad y la seguridad de mi bebé fue Rosie (la trabajadora de salud comunitaria), ni siquiera mi familia”, expresó Torrez a través de un traductor al español.
Fue Rosie quien identificó un derrame sospechoso de petróleo o gas en el apartamento de Torrez y ayudó a conseguir alojamiento temporal, hasta que Torrez encontró una solución más permanente.
La inmigrante, de 19 años, se mudó a los Estados Unidos hace dos años y es una de las cientos de madres que se han beneficiado del programa piloto Family Bridge de Connecticut.
El programa proporciona atención médica a domicilio para madres primerizas y sus recién nacidos.
“Este programa es muy importante. Es fundamental en esta situación”, comentó Torrez.
El programa, que comenzó en octubre del año pasado, ha tratado a unos 750 bebés recién nacidos en el transcurso de aproximadamente mil visitas a domicilio.
Siete trabajadores de salud comunitarios y enfermeras visitan los hogares y realizan controles médicos de rutina.
También conectan a las familias con servicios sociales y recursos, proporcionando pañales y fórmula. Todos los proveedores son empleados del Hospital de Bridgeport.
A las familias se les ofrecen hasta tres visitas a domicilio con una enfermera registrada y varias con un trabajador de salud comunitario certificado.
El programa aborda más que las necesidades estrictamente médicas de sus pacientes, de acuerdo con Manisha Juthani, comisionada del Departamento de Salud Pública del Estado.
“Si un trabajador de salud comunitario puede ayudar a alguien todos los días tratando de averiguar cómo va a sobrevivir de un día para otro, eso es muy diferente a solo el apoyo de enfermería”, dijo Juthani.
Actualmente, Family Bridge atiende a familias en Bridgeport, Easton, Fairfield, Milford, Monroe, Shelton, Stratford y Trumbull. Pronto se extenderá a Norwich.
Una familia es elegible para el programa si vive en una de esas ciudades y dio a luz en el Saint Vincent Hospital o el Hospital de Bridgeport.
El residente de Fairfield, José Del Pezo, dijo que la enfermera visitante fue fundamental para detectar la preeclampsia posparto de su esposa después del nacimiento de su segundo hijo, Leonardo, que resultó en una estadía en el hospital durante un fin de semana.
Una preeclampsia posparto es una afección poco frecuente pero grave relacionada con la presión arterial alta después del parto. Es más común dentro de las 48 horas posteriores al parto, pero puede ocurrir hasta seis semanas después del nacimiento del bebé.
“Solo el aporte de un profesional realmente cambió la forma en que ves las cosas. Si no fuera por eso, no sabríamos realmente qué estaría sucediendo, si la visita al hospital hubiera sido más tarde”, declaró Del Pezo.
El programa, que se financia hasta diciembre de 2026 con dólares de ayuda por el COVID-19, se expandirá al Backus Hospital de Norwich en enero. Sin embargo, los líderes estatales ya están pensando en nuevas vías de financiación.