WEST HAVEN.- Un policía estatal de Connecticut que mató a un hombre de 19 años mientras disparaba siete tiros a un automóvil estacionado en 2020, será juzgado esta semana por homicidio involuntario.
La selección del jurado está programada para comenzar esta semana el juicio del policía Brian North.
North se declaró inocente de homicidio involuntario en primer grado con arma de fuego por la muerte de Mubarak Soulemane, en West Haven.
De acuerdo con el informe, Soulemane había robado un automóvil de viaje compartido y condujo a los oficiales en una persecución a alta velocidad en la autopista I-95 antes de que North abriera fuego a la ventana del conductor a quemarropa, la noche del 15 de enero de 2020.
North dijo a los investigadores que disparó porque Soulemane tenía un cuchillo y parecía estar listo para atacar a otros oficiales al otro lado del auto.
Pero el inspector general Robert Devlin, cuya oficina investiga todos los usos de fuerza letal por parte de la policía en Connecticut, concluyó que el tiroteo no estaba justificado.
“En el momento en que el oficial North disparó su arma, ni él ni ninguna otra persona estaban en peligro inminente de sufrir lesiones graves o muerte por un ataque con cuchillo a manos de Soulemane. Además, cualquier creencia de que las personas estuvieran en tal peligro no era razonable”, escribió Devlin en un informe.
Devlin, un ex juez estatal, decidió acusar a North a pesar de señalar en su informe que dos expertos consultados por un fiscal anterior que investigó el tiroteo concluyeron que North estaba justificado.
La familia de Soulemane, la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP) y otros grupos dijeron que North, que es blanco, no debería haber disparado a Soulemane, que era afroamericano, porque la policía lo tenía rodeado y no podía escapar.
A pesar de tener un cuchillo, Soulemane estaba solo dentro del auto y la policía debería haber intentado calmar la situación, dijeron.
“Después de cuatro años, la familia está ansiosa por que el juicio penal finalmente comience”, dijo Mark Arons, abogado de la familia de Soulemane.
La madre de Soulemane, Omo Mohammed, dijo que quiere que North sea condenado y enviado a prisión. Ella está demandando a North y a otros oficiales.
La oficina del inspector general, a través de un portavoz, se negó a comentar sobre el próximo juicio y se refirió al informe de Devlin.
Soulemane era un estudiante de un colegio comunitario y tenía esquizofrenia, de acuerdo con su familia.
El día del tiroteo, el 15 de enero de 2020, Soulemane, cuya salud mental parecía haberse deteriorado en los días previos a su asesinato, intentó sin éxito robar un teléfono celular de una tienda en Norwalk y huyó en un automóvil que robó de una conductor de Lyft, según el informe de Devlin.
Soulemane dirigió a la policía en una persecución de casi 48 kilómetros (30 millas) desde Norwalk hasta West Haven que alcanzó velocidades de 161 kilómetros por hora (100 millas por hora) en la autopista I-95, según el informe.
En West Haven, la policía estatal dijo que Soulemane tomó una salida, chocó por detrás al vehículo de un civil y fue inmediatamente encerrado por la policía.
La policía dijo que los agentes le ordenaron que saliera del auto, pero él se negó.
Los videos de la cámara corporal de la policía estatal muestran a un oficial de West Haven rompiendo la ventana de la puerta del pasajero del automóvil robado antes de que otro policía le disparara a Soulemane con una pistola paralizante, que no funcionó.
Luego, North disparó su pistola siete veces a través de la ventana de la puerta del conductor cuando Soulemane mostró el cuchillo, según la policía estatal.
Después de ser acusado en 2022, a North se le impuso una licencia administrativa remunerada y se suspendieron sus poderes policiales.
El sindicato de policía estatal dijo que no está de acuerdo con la decisión de Devlin de procesar a North, diciendo que North estaba tratando de proteger a los otros agentes.