WASHINGTON DC.- El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, aprobó esta semana nuevos poderes que permiten a la policía detener a los inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera de los Estados Unidos y dan a los jueces locales autoridad para ordenarles que abandonen el país, poniendo a prueba los límites de hasta dónde puede llegar un estado para hacer cumplir las leyes de inmigración.
Los opositores han calificado la medida como el intento más drástico por parte de un estado de vigilar la inmigración desde la ley de Arizona de 2010, denunciada por los críticos como el proyecto de ley “Muéstrame tus papeles”, que fue en gran parte anulada por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos.
La aplicación de la ley de inmigración es competencia federal, y es probable que la ley de Texas también se enfrente a rápidos recursos judiciales.
La ley, que entrará en vigor en marzo de 2024, permite a cualquier agente del orden de Texas detener a personas sospechosas de haber entrado ilegalmente en el país. Una vez bajo custodia, podrían aceptar la orden de un juez de Texas de abandonar los Estados Unidos o ser procesados por un delito menor de entrada ilegal.
Los inmigrantes que no abandonen el país podrían ser detenidos de nuevo por delitos más graves.
Abbott, que firmó la ley frente a un tramo de valla fronteriza en Brownsville, predijo que el número de personas que cruzan ilegalmente a Texas se reduciría en “bastante más del 50%, quizá el 75%”. No ofreció pruebas de esa estimación.
“Las consecuencias son tan extremas que los traficantes de los cárteles no querrán entrar en el estado de Texas”, afirmó el Gobernador de Texas.
Más tensión en temas migratorios sobre todo en seguridad fronteriza
La ley añade otro punto de tensión sobre la inmigración en medio de la pugna entre la Casa Blanca y los negociadores del Senado por alcanzar un acuerdo sobre la seguridad fronteriza.
Los republicanos en el Congreso exigen cambios en el sistema de inmigración a cambio de cualquier ayuda para Ucrania, Israel y otras necesidades de seguridad nacional.
Los republicanos de Texas han cuestionado cada vez más la autoridad del gobierno estadounidense en materia de inmigración, afirmando que la administración del presidente Joe Biden no está haciendo lo suficiente para controlar los 3 mil 149 kilómetros de frontera sur.
Texas ha trasladado en autobús a más de 65 mil inmigrantes a ciudades de todo el país desde agosto de 2022 y recientemente ha instalado alambre de espino a lo largo de las orillas del Río Grande, que ha atrapado y herido a algunos solicitantes de asilo.
Cierre de cruces fronterizos
El gobierno de los Estados Unidos cerró temporalmente el lunes dos cruces fronterizos ferroviarios en Texas, una medida que los operadores ferroviarios dijeron que obstaculizaría el comercio antes de Navidad.
Troy Miller, comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU., dijo que los cierres en Eagle Pass y El Paso fueron una respuesta al aumento de migrantes que viajan en trenes de carga, en particular durante la última semana.
Miller dijo que las autoridades están viendo llegadas “sin precedentes” a la frontera, superando los 10 mil cruces en algunos días de este mes.
Poco después de que Abbott firmara la nueva ley, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) de Texas dijo que impugnaría la medida ante los tribunales.
Más de 20 congresistas demócratas también firmaron una carta instando al Departamento de Justicia de los Estados Unidos a demandar para detener la ley, conocida como Proyecto de Ley 4 del Senado.
“La SB 4 es peligrosa para el pueblo de Texas e interfiere con la autoridad exclusiva del gobierno federal sobre inmigración y asuntos exteriores”, decía la carta.
Gobierno de México impugna ley antinmigrante de Texas
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que su gobierno impugnará una ley promulgada por el gobernador de Texas, que criminaliza y permite detener a migrantes irregulares, una medida que desafía además la autoridad de Washington.
“Se está haciendo ya un trámite en la Secretaría de Relaciones Exteriores para impugnar esta ley. De todas maneras, vamos nosotros a intervenir”, dijo el mandatario mexicano en su habitual conferencia matinal.
López Obrador recordó que la legislación sobre migración es facultad del gobierno federal estadounidense, reiterando la postura expresada la semana pasada por la cancillería mexicana.
“Esas no son atribuciones de los estados, él (Abbott) está usurpando funciones y tiene que ver con política exterior y eso corresponde al Congreso y al presidente de los Estados Unidos”, subrayó el mandatario.
Aseguró además que defenderá a los migrantes mexicanos de los efectos de la normativa, la cual, sostuvo, tiene tinte político y electoral.
“El gobernador de Texas actúa de esa forma porque quiere ser el candidato a vicepresidente del partido republicano en Estados Unidos y quiere con esas medidas ganar popularidad. Es algo inhumano y politiquero”, dijo López Obrador.
Analistas estadounidenses prevén que la ley de Texas abrirá una larga batalla legal con el gobierno federal, que generalmente establece y aplica las leyes de inmigración, así como con organizaciones defensoras de los derechos humanos y civiles.
Organizaciones rechazan ley y anuncian demanda
Decenas de organizaciones de Texas criticaron fuertemente al gobernador de Texas, tras firmar la ley antiinmigrante, además, le advirtieron que pronto se enfrentarán en los tribunales.
Abbott firmó el paquete de tres leyes aprobadas en las sesiones extraordinarias de la Legislatura estatal.
Cerca de donde se firmó el paquete de leyes, un grupo de activistas liderados por La Unión del Pueblo Entero (LUPE) y Frontera Texas Organizing Project le recordaron al Gobernador que están en “estado de alerta y resistencia” ante la implementación de esta medida.
Más de cuarenta personas protestaron al grito de “Sí se puede” en el lugar, dando inicio a una campaña lanzada la semana pasada y a la que se han sumado más de 50 organizaciones comunitarias que prometen manifestaciones en los próximos meses.
“No hay límite para el terror que el gobernador Abbott provoca sobre los texanos”, dijo Tania Chávez Camacho, directora de LUPE, en la protesta.
Añadió que el republicano y sus aliados han permitido que Texas se convierta en un “lugar seguro” para un pequeño grupo de personas xenófobas y antinmigrantes, y al mismo tiempo en un sitio hostil para la mayoría de los texanos.
Chávez advirtió que continuarán marchando, testificando y organizándose contra estas políticas “en las calles y en los tribunales”. (Con información de Infobae, AFP y EFE).