NORWALK.- Las leyes de zonificación municipal de Connecticut pueden estar contribuyendo a la segregación de vecindarios, según un nuevo estudio.
El estudio del Urban Institute en Washington DC es el primero de su tipo. Connecticut fue el primer estado de la nación en compilar una base de datos completa de las regulaciones de zonificación para cada municipio y aldea, según la coautora del estudio, Lydia Lo.
“Los únicos dos que están completamente completos son Connecticut y Montana”, dijo Lo.
“Aprovechamos los datos del Connecticut Zoning Atlas porque es el primer conjunto de datos completo, no necesariamente porque haya algo específico dentro de Connecticut que nos entusiasme mucho estudiar. Pero, es un estado realmente bueno que enfrenta muchos desafíos severos de asequibilidad de vivienda”, indicó la experta.
La base de datos, establecida por la organización local sin fines de lucro Desegregate Connecticut, se está replicando a mayor escala para otros estados en el National Zoning Atlas.
El estudio encontró que los municipios de Connecticut con más zonificación unifamiliar tienden a tener más residentes blancos.
Las personas que viven en esas comunidades también tienen una educación más alta y mayores ingresos en comparación con los inquilinos.
Las casas en estas comunidades cuestan aproximadamente 100 mil dólares más que las casas en comunidades con más apartamentos.
“Solo hay un 2% de la tierra de Connecticut que está dividida en zonas para desarrollos de cuatro o más unidades. Y eso es una pequeña parte, y hay jurisdicciones que tienen una mayor parte de su tierra dedicada a eso, y muchas jurisdicciones que tienen niveles significativamente más bajos”, comentó Lo.
El estudio analizó tres categorías geográficas. Incluían las ocho ciudades, suburbios y pueblos más grandes del Estado y las áreas rurales.
Las grandes ciudades se definieron como aquellas con más de 70 mil habitantes reportados en el censo de 2020. Esas ciudades incluyen Bridgeport, Danbury, Hartford, New Britain, New Haven, Norwalk, Stamford y Waterbury.
“Algunas ciudades, como Hartford y New Haven, son relativamente acogedoras con la construcción de edificios de apartamentos, mientras que otras, como Norwalk y Stamford, lo hacen casi imposible en la mayoría de los vecindarios”, se puede leer en el informe.
Los distritos divididos en zonas para viviendas unifamiliares en esas ciudades tenían apenas un 50 por ciento de blancos.
Las áreas zonificadas para edificios con cuatro o más unidades son aproximadamente una cuarta parte blancas.
“Esta concentración de viviendas multifamiliares en las ciudades centrales es problemática y podría estar restringiendo la cantidad de movilidad social ascendente que las familias pueden experimentar en Connecticut”, dijo Lo.
Más del 85% de la tierra en comunidades donde los valores de vivienda están en el 20% superior en el Estado está restringida al desarrollo de viviendas unifamiliares.
El estudio, aunque no hace afirmaciones ni recomendaciones sobre las leyes de zonificación, debería ser preocupante, comentó el coautor del estudio Yonah Freemark.
Los valores promedio de las viviendas fueron sustancialmente más bajos en las áreas zonificadas para edificios con cuatro o más unidades que en las áreas zonificadas para viviendas unifamiliares.
En las ciudades, la diferencia es de aproximadamente 200 mil versus 350 mil dólares.
En general, los valores de las viviendas son más bajos en las grandes ciudades y más altos en las áreas suburbanas y rurales.
El estudio y sus autores no hacen afirmaciones sobre la legalidad de las normas locales de zonificación. Sin embargo, deja en claro el impacto que tales regulaciones tienen en los residentes.