HARTFORD.- Los funcionarios estatales estimaron que entre el 30% y el 40% de los casos de COVID-19 en Connecticut son ahora de la variante fácilmente transmisible, identificada por primera vez en el Reino Unido.
Josh Geballe, director de operaciones del gobernador Ned Lamont, dijo que el número se basaba en estimaciones de la Escuela de Salud Pública de Yale, que ha estado llevando a cabo la secuenciación de muestras de COVID-19 encontradas en Connecticut.
“En este punto, creo que la estimación del equipo de Yale es que la B.1.1.7 es la variante predominante en una pendiente ascendente. Parece que en muchas partes del país, incluido Connecticut, esa es la línea de tendencia en la que estamos ahora”, declaró Geballe.
Geballe dijo que el modelo de Yale prevé que la variante B.1.1.7 se convierta en la forma dominante del coronavirus en Connecticut a fines de marzo o principios de abril.
El funcionario indicó que las apariciones de otras variantes del virus hasta ahora han sido relativamente pocas.
La administración de Lamont está actualizando semanalmente el número de casos variantes identificados. Hasta el jueves, había 283 casos identificados de la variante que se encontró por primera vez en Gran Bretaña en comparación con siete casos de la siguiente variante más prevalente, que se identificó por primera vez en Sudáfrica.
Hasta ahora, el Estado ha visto solo un caso de la variante detectada por primera vez en Brasil.
Los funcionarios de salud pública recomiendan observar las mismas pautas de mitigación para ralentizar todas las cepas del coronavirus, incluido el uso de máscaras y el distanciamiento social.
Por su parte, el doctor Albert Ko, epidemiólogo de la Universidad de Yale, dijo que la variante encontrada en Gran Bretaña tenía algunas propiedades preocupantes como mutaciones que pueden permitirle escapar de la respuesta inmune del cuerpo a una infección o vacunación previa.
Esas mutaciones pueden aumentar el riesgo de reinfección a pesar de la vacunación.
“Un principio que realmente tenemos que seguir es que un virus necesita replicarse para mutar y la mejor manera de prevenir esa replicación y mutación y evitar que ocurran estos escapes de vacunas es disminuir la transmisión”, explicó Ko.
Hasta el lunes pasado, la tasa de positividad de Connecticut fue de 3.59% durante los tres días anteriores y había 389 pacientes con COVID-19 hospitalizados en el Estado.
Lamont estimó que alrededor del 36% o un millón 42mil 185 residentes de Connecticut de 16 años o más habían recibido al menos su primera dosis de una vacuna contra el COVID-19 y 584 mil 155 habían sido completamente vacunados.
