STAMFORD.- Un grupo de legisladores republicanos, entre ellos el senador por Carolina del Sur, Lindsey Graham, y la representante por Florida, María Elvira Salazar, presentó esta semana una guía de principios para un plan de reforma migratoria, que incluye una ruta hacia la legalización provisional para los inmigrantes indocumentados que llevan tiempo en los Estados Unidos y carecen de antecedentes criminales.
Denominado “Plan Dignidad”, el proyecto surge en vísperas de que la Cámara de Representantes vote dos iniciativas de ley para darle ciudadanía a los dreamers y trabajadores esenciales en el sector agrícola.
Salazar dijo que el plan estaba siendo redactado y será presentado en breve en ambas cámaras del Congreso.
“Los principios delineados en mi plan ayudarán a conseguir dignidad y redención a nuestra población indocumentada mientras trabajamos para asegurar nuestra frontera”, indicó la congresista hispana.
Señaló además que “un miembro del Congreso no puede resolver este problema solo. Le doy la bienvenida a los comentarios de mis colegas que se unieron a mí esta semana y extiendo una invitación a mis colegas de la bancada opuesta para solucionar este problema por una vez y por todas”, indicó.
La congresista de origen cubano, que fue electa por el distrito 26 de Miami, indicó que el proyecto incluirá una ruta para que inmigrantes indocumentados que llevan al menos cinco años en el país, carezcan de antecedentes criminales y paguen una multa, reciban una “visa de dignidad” por 10 años.
El permiso de estadía legal les permitirá trabajar en el país.
Se desconoce si el proyecto, cuando sea enviado al Congreso, incluya un camino a la green card o la ciudadanía.
El congresista también de Florida, Mario Díaz Balart, dijo en su cuenta de la red social Twitter que “hacemos un llamado al administrador y a los demócratas de la Cámara de Representantes para que trabajen con los republicanos en una solución permanente y bipartidista para nuestro sistema de inmigración”.
Detalles del plan
De lo anticipado esta semana, el “Plan de Dignidad” incluye protecciones para los dreamers, así como una ruta hacia la legalidad de 10 años a indocumentados que se encuentran en los Estados Unidos desde 2016.
Entre los requisitos se incluye el pago de una multa, pagar impuestos, hablar inglés y carecer de antecedentes criminales.
En enero de 2018, durante el debate de aprobación del presupuesto de aquel año, el entonces presidente Donald Trump sugirió una iniciativa similar que otorgaba un estatus provisional a miles de indocumentados, quienes cada cierto tiempo podían renovarla previa revisión de antecedentes criminales, pero no otorgaba una ruta, ni hacia la Green Card o la ciudadanía.
El plan, conocido como Securing America’s Future Act (Ley ‘Asegurando el futuro de América’) fue rechazado por ambos partidos en ambas cámaras del Congreso.
“Los destinatarios solo pueden hacer uso de los caminos existentes (no habrá un camino especial) hacia la tarjeta verde”, indicaba la propuesta.
El plan apoyado por Trump también incluía la asignación de 30 mil millones de dólares para la construcción del muro en la frontera con México.
La reforma de Biden
A diferencia del plan migratorio que redactan los republicanos, el proyecto de Biden incluye un camino a la ciudadanía para los aproximadamente 11 millones de indocumentados y entre sus aspectos destacan:
Quienes califiquen recibirían una residencia provisional por cinco años.
Al término del plazo calificarán para la Green Card (residencia legal permanente -LPR-).
Tres años más tarde serán elegibles para solicitar la ciudadanía por naturalización.
El proyecto demócrata también incluye un trato especial a dreamers y trabajadores esenciales, quienes podrán:
Solicitar de inmediato la Green Card, y
Tres años más tarde calificarán para pedir la ciudadanía estadounidense.
En cuanto al asilo, el proyecto de reforma de Biden incluye restablecer el sistema de gestión familiar y no dividir y separar familias en la frontera.
El plan también incluye descongestionar la Corte de Inmigración (EOIR), que tiene más de 1.3 millones de casos acumulados.
Tanto el plan republicano como el demócrata necesitan 218 votos en la Cámara de representantes y 60 en el Senado.