Joe Biden afirmó este lunes que la economía de Estados Unidos necesita “rápidamente” un estímulo para hacer frente a los efectos de la crisis sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus.
WASHINGTON DC (AP).- El presidente electo, cuya victoria en las elecciones norteamericanas aún no fue reconocida por el presidente republicano Donald Trump, habló tras reunirse de forma virtual con dirigentes sindicales y altos ejecutivos de empresas, incluida la jefa de General Motors, Mary Barra, y el director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella. Se trató de la primera intervención del líder demócrata sobre economía, una de sus prioridades en el marco de la crisis sanitaria por el coronavirus.
“Discutimos de la oportunidad de ser (económicamente) más fuertes, más resistentes de lo que éramos” antes de la pandemia, dijo en conferencia de prensa.
Pero la votación de un plan de ayuda como el que desea el presidente electo, similar al que se adoptó de emergencia en marzo (más de 2,2 billones de dólares), podría ser vetado por el Senado, si éste sigue en poder de los republicanos.
El control de la Cámara Alta se decidirá el 5 de enero en una elección parcial en el estado de Georgia, donde están en juego dos escaños. Ninguna ley puede ser aprobada sin el aval del Senado.
Biden instó al Congreso a votar “rápidamente” un plan de “apoyo inmediato” a la economía (REUTERS)
Un nuevo plan de estímulo es fundamental para ayudar a la economía en medio de un aumento en las infecciones de covid-19, aseveró, pues las cosas “se pondrán más difíciles”.
Asimismo, dijo que aumentará el sueldo mínimo a 15 dólares la hora, una vieja reivindicación sindical, cuando muchos trabajos, especialmente en el sector de la restauración, tienen salarios fijos miserables, por lo cual dependen principalmente de las propinas para obtener una remuneración digna.
Agregaron que la intención es “garantizar” que los trabajadores y las empresas puedan operar de manera segura en el contexto de la pandemia y “reconstruir la economía para que sea más resiliente e inclusiva”.
Biden reiteró su voluntad de impulsar un “sistema fiscal justo” que consistirá en hacer que las grandes empresas y los más ricos paguen “su justa parte”, una postura opuesta a la del gobierno de Trump (REUTERS/Carlos Barria)
Su decisión de reunirse con ciertas figuras corporativas como Mary Barra marca su deseo de restablecer una buena relación con quienes han sido blanco de críticas de Donald Trump.
Por otra parte, Biden dijo que al día siguiente de su investidura presentará un plan detallado de comercio internacional, dando solo algunas pistas. “Hablé con varios líderes mundiales y les dije que, por ley, no se me permite comenzar a discutir con ellos, hay un solo presidente”. Pero “la idea de meterle el dedo en el ojo a nuestros amigos y abrazar a los dictadores no tiene sentido para mí”, añadió.
Agregó que quería devolver a Estados Unidos su lugar en la escena del comercio internacional, con respecto a China en particular, un tema en el que, sin embargo, se unió a Trump, quien lanzó una guerra comercial con Beijing para reequilibrar el comercio.
“Debemos estar alineados con otras democracias (…) para que podamos imponer nuestras reglas del juego en lugar de ver cómo China y otros dictan las suyas porque son los únicos jugadores”, afirmó.