HARTFORD.- Un proyecto de ley que busca combatir la conducción temeraria extrema en Connecticut se dirige al Senado estatal tras ser aprobado por la Cámara de Representantes con apoyo unánime y bipartidista.
“Diariamente, en las carreteras y autopistas de Connecticut, los conductores temerarios ponen en riesgo a nuestras familias. Desde el exceso de velocidad y los cambios de carril imprudentes hasta la conducción distraída y en estado de ebriedad, esta descarada ilegalidad nos pone a todos en peligro”, declaró el Fiscal General William Tong tras la votación de esta semana en la Cámara de Representantes sobre el Substitute House Bill 7260.
El proyecto de ley, que recibió el apoyo unánime del Comité Judicial el mes pasado, se centra específicamente en la conducción a más de 160 kilometros por hora y propone severas sanciones para quienes lo hagan prácticamente en cualquier lugar del Estado.
De aprobarse la ley, los conductores que superen los 160 kilometros por hora (ya sea en una vía pública, un camino privado con límite de velocidad, un área de estacionamiento o en cualquier propiedad escolar) enfrentarían consecuencias más severas que las impuestas por la actual ley estatal de conducción temeraria.
Esto se debe a que el proyecto de ley establece un conjunto específico de sanciones por “conducción temeraria excesiva”.
Una primera infracción por conducir a más de 160 kilometros por hora resultaría en una multa de entre 200 y 600 dólares o 30 días de prisión, según la ley propuesta, mientras que los reincidentes enfrentarían una multa de hasta mil dólares o hasta un año de prisión por cada infracción posterior.
También exigiría que un conductor con una condena previa por conducción temeraria excesiva decomisara su vehículo durante 48 horas si fuera detectado superando los 160 kilómetros por hora nuevamente, y que el propietario de dicho vehículo pagara todos los costos de remolque y almacenamiento asociados para reclamarlo.
Se presentaron otros proyectos de ley relacionados con la conducción temeraria, incluyendo uno propuesto por la representante estatal Irene Haines, republicana por East Haddam, y otro por la representante estatal Donna Veach, republicana por Berlin.
Ninguno de los dos logró superar el Comité de Transporte de la Asamblea General y finalmente se integró en el Substitute House Bill 7260.
“Tengo un amigo que forma parte del grupo de trabajo sobre conducción temeraria de la policía estatal y me contó que una mañana, durante dos horas, detuvo a 20 personas que conducían a más de 160 kilómetros por hora”, dijo Haines, cuyo proyecto de ley exigía mayores multas y sanciones para quienes, según ella, “exceden la velocidad”.
Veach explicó que las condiciones “cada vez más peligrosas” de las carreteras de Connecticut la impulsaron a proponer un proyecto de ley casi idéntico al que presentó Haines.
“Sin importar a dónde vaya, si viajo por la autopista para llegar, veo a bastantes conductores que circulan a alta velocidad, muchos de los cuales zigzaguean entre el tráfico”, señaló Veach.
Si bien diferían en las consecuencias por infracciones reiteradas, los proyectos de ley que Haines y Veach presentaron establecían multas de al menos 500 dólares y dos puntos en la licencia por exceso de velocidad entre 87 y 99 millas por hora, y multas de al menos 1,000 dólares y cuatro puntos en la licencia por exceso de velocidad a más de 100 millas por hora.
Uno de los patrocinadores de ambos proyectos de ley fue el representante estatal demócrata Geraldo Reyes, de Waterbury, ciudad donde un automóvil se estrelló recientemente contra una tienda, causando la muerte de los cuatro ocupantes del vehículo.
El jefe de policía de Waterbury afirmó que la velocidad probablemente fue un factor en el accidente del 24 de abril.
Según el University of Connecticut’s Crash Data Repository, en los últimos 12 meses se han producido más de 5 mil 600 accidentes relacionados con el exceso de velocidad en Connecticut, de los cuales al menos 55 han sido mortales.