BRIDGEPORT,.- Una mujer hispana fue sentenciada en Connecticut por ayudar a coordinar un esquema de tráfico de personas y trata de personas que introdujo inmigrantes indocumentados a los Estados Unidos y los albergó en Hartford y sus alrededores.
Diecinueve inmigrantes indocumentados fueron víctimas de este esquema. Mientras se encontraban albergándolos, fueron extorsionados y amenazados, según demostraron los fiscales en el tribunal.
María Carmela Sánchez, de 71 años y ciudadana mexicana, residente por última vez en Hartford, fue sentenciada, el viernes pasado, a cuatro años y tres meses de prisión en el tribunal federal de Bridgeport, según un escrito del Fiscal Federal Interino para el Distrito de Connecticut.
La fiscalía estableció que, una vez que los inmigrantes indocumentados llegaban a Connecticut, eran obligados a trabajar y enfrentaban amenazas de daños mediante diversos métodos si no pagaban las considerables cuotas, intereses y otros gastos de manutención.
Documentos y declaraciones judiciales mostraron que, a partir de septiembre de 2022, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y el Departamento de Policía de Hartford entrevistaron a varios ciudadanos mexicanos que afirmaron haber sido introducidos ilegalmente desde México a Estados Unidos y llevados a Hartford.
Las víctimas solían coordinar con Sánchez y sus socios en ambos países el cruce de la frontera hacia Estados Unidos. Este viaje les costaba entre 15 mil y 20 mil dólares, que pagaban una vez en los Estados Unidos.
Con frecuencia, las víctimas eran obligadas a entregar la escritura de propiedad como garantía antes de salir de México. Luego, eran introducidos ilegalmente a través de la frontera y llevados a residencias en la zona de Hartford, como la casa de Sánchez en la calle Madison.
Este proceso a menudo se realizaba con riesgo de sufrir lesiones corporales o la muerte.
Una vez que los inmigrantes indocumentados llegaron a Hartford y sus alrededores, les dijeron que tendrían que pagar alrededor de 30 mil dólares más, con intereses, a Sánchez y sus socios por el alquiler, la comida, la gasolina y los servicios públicos. Sánchez y sus socios les crearon documentos falsos, incluyendo tarjetas de residencia permanente y tarjetas del Seguro Social.
Sánchez también ayudó a estas personas a encontrar empleo en el área de Hartford. Además de trabajar por cuenta propia, algunas víctimas se vieron obligadas a realizar tareas domésticas y de jardinería sin compensación y sin que se les redujera la deuda.