STAMFORD.- La brecha de riqueza de Connecticut está siendo puesta de relieve por un nuevo informe, que definió lo que significa ser un residente de bajos ingresos en el condado de Fairfield.
Si bien las familias que son de bajos ingresos en el condado de Fairfield ganan significativamente más que la mayoría de los residentes en todo el país, todavía están luchando, de acuerdo con un estudio de MarketWatch Guides.
El estudio analizó datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos y del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD).
Según el informe, una familia de cuatro personas en el condado de Fairfield con un ingreso familiar de 100 mil dólares al año se considera de bajos ingresos. Estas familias todavía tienen dificultades para llegar a fin de mes, según Claudia Phillips, que trabaja con MarketWatch.
“Es muy diferente a la mayor parte del resto del país, donde el umbral de bajos ingresos se acerca a los 50 mil dólares o menos para un hogar de cuatro personas”, expresó Phillips.
El HUD establece límites de ingresos que determinan la elegibilidad para programas de vivienda asistida, como el programa de vales de la Sección 8 y vida asistida para adultos mayores.
También desarrolla límites de ingresos basados en estimaciones del ingreso familiar medio y definiciones del área de alquiler justo de mercado para cada condado.
En el condado de Fairfield, el alto costo de vida y el retraso en los aumentos de ingresos contribuyeron a la calificación de MarketWatch.
El alto costo de vida de la región hace que sea más difícil estirar los dólares de ayuda estatal y federal, indicó Sean Ghio, de la organización sin fines de lucro de defensa de la vivienda local Partnership for Strong Communities.
Los residentes que ganan mucho menos de 100 mil dólares tienen dificultades para pagar una vivienda, pero las familias que ganan las seis cifras también tienen problemas para llegar a fin de mes, comentó Ghio.
No hay suficientes viviendas disponibles, de todo tipo y asequibilidad de ingresos, según Melissa Kaplan-Macey, directora de iniciativas del Fairfield County Center for Housing Opportunity.
La oferta y la demanda también están elevando el costo de las opciones de vivienda existentes.
“Hay tanta riqueza y el costo de la vivienda ha aumentado tanto que la presión sobre las personas que ganan un salario laboral que tradicionalmente se pensaba que no deberían estar luchando de esa manera, porque es simple costo y oferta y demanda”, finalizó Kaplan-Macey.