NEW HAVEN.- La familia de Joyce Grayson, una enfermera que fue asesinada en el trabajo el año pasado, dijo que la propiedad corporativa de la atención médica domiciliaria puede estar poniendo a los trabajadores en riesgo.
La Occupational Safety and Health Administration (OSHA) citó a la empresa Elara Caring esta semana diciendo que no cumplieron con su deber legal de proteger a los empleados de lesiones en el lugar de trabajo, al no contar con medidas efectivas para proteger a los empleados contra un peligro conocido.
La compañía dijo que la citación “no está justificada” y la impugnará “enérgicamente”.
“A la familia Grayson le entristece que Elara Caring vaya a impugnar las conclusiones de OSHA, en lugar de implementar las medidas que OSHA ha dicho que son necesarias para proteger a los trabajadores en el futuro”, declaró Kelly Reardon, abogada que representa a la familia Grayson.
Las investigaciones de OSHA concluyeron que Elara Caring, una de las corporaciones de atención médica domiciliaria más grandes del país, que abarca 17 estados y emplea a 26 mil cuidadores, “no proporcionó salvaguardias adecuadas para proteger a la enfermera Joyce Grayson y a otros empleados de los peligros de la violencia en el lugar de trabajo”.
La OSHA encontró que Elara Caring podría haber reducido el riesgo para Grayson y otras personas en su situación brindándoles información general sobre los pacientes antes de las visitas domiciliarias, dándoles botones de alerta de pánico de emergencia y utilizando acompañantes de seguridad para las visitas a pacientes con conductas de alto riesgo.
La compañía enfrenta 163 mil 627 dólares en sanciones propuestas.
“Elara Caring incumplió su deber legal de proteger a los empleados de lesiones en el lugar de trabajo al no contar con medidas efectivas para proteger a los empleados contra un peligro conocido y le costó la vida a la trabajadora”, señaló Charles McGrevy, director del área de OSHA en Hartford.
“Para el bienestar de sus empleados, Elara Caring debe desarrollar, implementar y mantener las salvaguardas necesarias, como un programa integral de prevención de la violencia en el lugar de trabajo”, agregó McGrevy.
Reardon dijo que una investigación separada realizada por su bufete de abogados Reardon Law en New London encontró que la muerte de Grayson no fue un incidente aislado.
“Hubo numerosas quejas presentadas por varios empleados de diferentes entidades de Elara Caring durante los años previos a su muerte de que las condiciones a las que se enfrentaban a diario no eran seguras. Y, sin embargo, se los alentó a regresar a estos hogares para continuar tratando a estos pacientes porque así es como la empresa gana dinero”, dijo el abogado.
Elara Clearing está financiada por inversores de capital privado y se está expandiendo mediante una serie de adquisiciones.
El año pasado adquirió American Family Home Health, un proveedor de atención médica domiciliaria con sede en Huntley, Illinois, y American Family Home Health, un centro de vida diaria asistida con sede en Rhode Island.
“Cuando tienes una empresa gigantesca que dirige una agencia de atención médica domiciliaria y está comprando agencias de atención médica domiciliaria en todo el país, tienes que preguntarte si la prioridad es proteger a los empleados o si se trata de algo más, como las ganancias”, precisó Reardón.
Dijo que en unos días se presentará una demanda contra Elara Caring en el Tribunal Superior de Middletown. El equipo legal esperó hasta que se presentaron los cargos contra Michael Reese, de 39 años.
Grayson fue encontrada muerta en el sótano de un centro de rehabilitación el 28 de octubre de 2023 cuando visitó a Reese para administrarle medicamentos.
En un caso separado, Ellara Caring acordó pagar 4.2 millones de dólares para resolver las acusaciones en virtud de la False Claims Act que facturaba a Medicare por pacientes no elegibles para cuidados paliativos.
El proyecto de ley para proteger a los trabajadores de atención médica domiciliaria fue aprobado por el Senado. El proyecto de ley espera acción en la Cámara.