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Friday, January 17, 2025

¿Son responsables criminalmente los padres al enviar solos a sus hijos a cruzar la frontera?

Bajo el Acuerdo Judicial Flores de 1997, los niños menores no acompañados no pueden ser deportados inmediatamente a sus países de origen

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WASHINGTON DC.- El hallazgo a mediados de febrero de tres niños inmigrantes no acompañados en un área del desierto Sasabe, en Arizona, vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la responsabilidad criminal de los padres de arriesgar la vida de sus hijos en la frontera para entrar a los Estados Unidos, en la mayoría de los casos en busca de asilo.

Los pequeños, de 9 años el mayor y de 6 y 3 las niñas, fueron hallados por un equipo de corresponsales de Univisión Noticias.

Habían sido abandonados por un “coyote” (traficante de personas) en el lado mexicano.

El equipo de prensa se quedó junto a ellos hasta que fueron tomados bajo custodia por agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP) de Estados Unidos.

La madre de los pequeños fue localizada e identificada como Adelfa Jiménez, de nacionalidad mexicana. Manifestó que “haberme venido sin ellos, eso es lo que hubiera cambiado”.

Fue una decisión que siempre lamentará, dijo. Los tres hermanos están camino a reunificarse con su progenitora tras ser procesados por las autoridades estadounidenses,

A la pregunta de por qué cruzaron solos, Jiménez relató que le pidió primero a su madre (abuela de los niños) que los trajera, pero ella se negó a hacerlo por su edad. Y que, tras una espera de alrededor de un año, decidió traerlos con un primo.

Agregó que el familiar “se lastimó un pie” y se regresó a México, dejando a los hermanitos al cuidado de un grupo de migrantes que se dirigía hacia la frontera.

La mujer contó además que en ese momento perdió contacto con los niños, hasta que vio el reportaje de Univisión donde los pequeños contaron su odisea.

Ashley, una de las hermanitas de 6 años, dijo, llorando, que, “mi mamá se fue” y las dejó a ella y su hermanita a cargo de su hermano mayor de 9 años. “Le obedezco mucho porque es mi hermano, le obedezco porque es muy grande”, dijo. Luego indicó que “La quiero, pero mi corazón me lo rompió porque se fue”.

La CBP dijo a Univision que no puede comentar sobre “casos específicos”.

 

El debido proceso migratorio

Bajo el Acuerdo Judicial Flores de 1997, los niños menores no acompañados no pueden ser deportados inmediatamente a sus países de origen.

El gobierno federal debe garantizar su seguridad y bienestar, procesarlos ante la Corte de Inmigración (EOIR) y un juez debe decidir sus futuros en Estados Unidos. Y si tienen familiares en Estados Unidos, como en este caso, reunificarlos cuanto antes.

En teoría, el sistema funciona. Pero la inmigración de niños solos es un tema que ha estado en el centro del debate en la última década debido a un notable incremento en el número detenciones de menores no acompañados.

En el año fiscal 2014, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) registró más de 66 mil hallazgos y a partir de entonces las cifras se mantienen con altibajos.

En 2015, el número de menores no acompañados detenidos fue de 39 mil 399; en 2016 se registraron 58 mil 819 detenciones; en 2017, la cantidad fue de 40 mil 631; en 2018, fueron 48 mil 335; en 2019, alcanzó 73 mil 235; en 2020, fueron hallados 29 mil 392; y en 2021, el número de arrestos fue de 45 mil 861, entre niños procedentes de El Salvador, Guatemala, Honduras y México, de acuerdo con datos de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP).

Pero según datos del Departamento de Salud y Recursos Humanos (HHS), agencia que toma bajo su cuidado a los menores no acompañados tras ser detenidos y procesados por la CBP, tiene otros datos.

Su base de datos indica que en el año fiscal 2021 fueron referidos 122 mil 731 menores, en 2022 la cifra fue de 128 mil 904 y en el año fiscal 2023 se registraron 118 mil 938, la mayoría hombres y el 35% de ellos de 17 años o más.

Sólo entre el 15% y 19% se encontraban en el rango de los 0 a los 12 años, como los hijos de Jiménez.

 

El caso de Margarita

A principios de 2021, pocas semanas después de la toma de posesión del presidente Joe Biden y el comienzo del desarme de la política migratoria de “tolerancia cero” del gobierno anterior, se registró el caso de Margarita, una niña de 9 años que cruzó sola la frontera sur y fue detenida por un agente de la Patrulla Fronteriza.

La pequeña llegó sana y salva bajo la custodia de un “coyote” que la trajo desde Guatemala, el mismo sistema que iba a ser utilizado con los hijos de Jiménez, pero que al final fueron dejados solos con un grupo de otros indocumentados.

La pequeña Margarita fue liberada tras su detención en espera de su audiencia en un tribunal de inmigración donde tuvo el derecho de pedir asilo y que un juez decidiera su futuro en los Estados Unidos.

Una semana antes del hallazgo de Margarita, Brian, un inmigrante mexicano que cruzó el muro por un área de Texas, cayó desde una altura de 12 pies y se fracturó la columna vertebral y un tobillo. “Quedó con dificultades para caminar”, recuerda su abogado, Alex Gálvez, quien ejerce en Los Ángeles, California.

El menor permaneció varios días internado en un hospital de El Paso, Texas.

En ambos casos, muchos se preguntaron cuánta responsabilidad recae sobre los padres o tutores que los envían en busca de asilo, si existen mecanismos legales para protegerlos y qué están haciendo los gobiernos implicados en el éxodo para evitar tragedias como la de Brian, o peor aún, perder la vida en el fallido intento por escapar de la muerte.

Brian no ganó su caso de asilo, a pesar de las lesiones.

“Ganamos un amparo de deportación”, precisó Gálvez. “Tiene un estatus que puede estar aquí con permiso de trabajo, pero no elegible para asilo. El gobierno activamente no lo quiere deportar en espera de que el Congreso apruebe una reforma migratoria”, explicó.

 

De quién es la culpa

En 2021 se planteó si se puede demandar a un padre que empuja a un hijo a abandonar su país. “La pregunta tiene que ver con la ley de agravios, no con la ley de inmigración estadounidense”, advirtió en esa ocasión Stephen Yale-Loher, profesor de la práctica de inmigración de la escuela de leyes de la Universidad de Cornell, Nueva York.

“La cuestión es si los padres pueden ser demandados por negligencia al permitir que sus hijos viajen solos desde su país de origen a Estados Unidos”, agregó.

En la práctica, añadió, estos juicios son muy raros, por varias razones. “Primero, el niño (o alguien en nombre del niño) tendría que demandar. Y es poco probable que los niños conozcan la ley de responsabilidad civil de Estados Unidos”, precisó.

“Y probablemente no estén dispuestos a demandar a sus padres. “Además, incluso si quisieran demandar no podrían pagar un abogado que los represente”, declaró.

Yale-Loher dijo además que, “incluso si un niño gana una demanda por agravio, muchos padres no tendrían dinero para pagar los daños”.

Una segunda pregunta asoma entonces. ¿Es legal permitir que un niño viaje solo y cruce la frontera solo?

“Nada en la ley de inmigración de los Estados Unidos evita esto”, indicó Yale-Loher.

“La ley de inmigración dice que cualquier persona que tenga un temor fundado de persecución puede solicitar asilo. No existe un requisito de edad mínima para solicitar asilo en la frontera”, finalizó el experto. (Tomado de UNIVISION).

 

 

 

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