HARTFORD.- Al menos mil personas no tienen refugio en Connecticut, dijeron defensores y legisladores durante una reunión, el miércoles pasado, en la que pidieron inversiones estatales adicionales para combatir la falta de vivienda a medida que bajan las temperaturas en todo el Estado.
“Tenemos mil personas que, hoy, están afuera. Sienten frío y tienen miedo, son vidas que están en riesgo, juntos podemos salvarlos”, dijo Sarah Fox, directora ejecutiva de la Coalition to End Homelessness, durante una reunión matutina en el edificio de oficinas legislativas en Hartford.
Fox y otros defensores discutieron la presión ejercida sobre la red de seguridad social de Connecticut causada por una escasez constante de viviendas asequibles, así como por las dificultades para reclutar y retener personal para los refugios del Estado.
Aunque dijo que se necesitarían alrededor de 300 millones de dólares para resolver la falta de vivienda en Connecticut, dijo que los defensores buscarían 20 millones de dólares en fondos estatales continuos durante la sesión legislativa que comienza en febrero.
La reunión tuvo lugar poco antes de otro evento en el Capitolio estatal, donde el gobernador Ned Lamont y los líderes legislativos celebraron los recortes de impuestos que entrarán en vigor el próximo mes, así como la salud fiscal del Estado.
La representante Jillian Gilchrest, demócrata de West Hartford y copresidenta del Comité de Servicios Humanos de la legislatura, rechazó la noción de que Connecticut fuera fiscalmente saludable si el Estado no apoyaba adecuadamente a su población sin vivienda.
“No nos va muy bien como Estado cuando hay mil personas sin hogar. No estamos en una buena situación financiera cuando 70 personas han muerto durante el último año por falta de vivienda. Connecticut no se encuentra en una buena situación financiera cuando un bebé tiene que nacer en un refugio”, dijo Gilchrest.
En los últimos años, los recuentos anuales de personas sin vivienda, llamados recuentos de “puntos en el tiempo”, han registrado un número cada vez mayor de residentes sin refugio.
El recuento de este año, realizado una noche de enero, registró 3 mil 15 personas sin hogar, un aumento del 2.9% con respecto al año anterior.
Los defensores dijeron el miércoles pasado que sus dificultades para dotar de personal a las instalaciones de apoyo, como los refugios, se debían tanto a la escasez de fondos como a la incertidumbre sobre cuánto dinero recibirían.
“El invierno llega todos los años y necesitamos fondos anualizados para poder hacer frente a esta crisis. Necesitamos evitar que la gente sucumba a los elementos”, dijo Melanie Álvarez, directora del programa del Friendship Service Center en New Britain.
El representante Jay Case, republicano por Winstead, dijo que decenas de personas en la sección noroeste del Estado vivían en tiendas de campaña en el bosque, una condición que calificó de “inhumana”.
Mientras tanto, el representante Bobby Sánchez, un demócrata de New Britain que dirige un refugio en Meriden, argumentó que la financiación adicional no podía esperar hasta que los legisladores se volvieran a reunir en febrero.
Sánchez dijo esta semana que encontró un estacionamiento vacío en New Britain, donde los residentes habían instalado cinco tiendas de campaña.
“¿Qué está pasando aquí?. Podemos hacerlo mejor. Estamos hablando de todos los años, pasamos por esto y cada año tenemos que rogar por fondos para ayudar a las personas, personas sin hogar, a brindarles refugio”, lamentó Sánchez.
El senador Saud Anwar, demócrata por South Windsor, calificó el problema de las personas sin hogar en Connecticut como un “fracaso moral”.
“Hasta que humanicemos a nuestros semejantes, estaremos preguntando cuáles son las prioridades”, finalizó Anwar.