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Monday, June 16, 2025

INFORME ESPECIAL Falta de vacunas es el principal desafío en América Latina

El acceso a la vacunación ha sido ínfimo y aunque existen esperanzas de que mejore durante la segunda mitad de 2021, los desafíos de la inmunización por ahora postergan el control del COVID-19

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STAMFORD.- América Latina ha sido una de las regiones más azotadas por la pandemia de coronavirus, con países como Brasil y Argentina entre los más afectados del mundo.

El acceso a la vacunación ha sido ínfimo y aunque existen esperanzas de que mejore durante la segunda mitad de 2021, los desafíos de la inmunización por ahora postergan el control del COVID-19.

“Necesitamos de manera urgente más vacunas para Latinoamérica y El Caribe, una región que ha sido puesta a prueba por esta pandemia”, expresó la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne.

Tres de cada cinco de los países con más casos de enfermos, están en las Américas, según la OPS.

Brasil ocupa el tercer lugar entre todas las naciones con más enfermos, detrás de Estados Unidos e India, y el segundo con más muertos sólo debajo de los Estados Unidos, de acuerdo con el Centro de Recursos de Coronavirus de la Universidad Johns Hopkins.

Argentina, Colombia, México, Perú y Chile, entre otros de la región, aparecen también en la lista de más afectados.

En las Américas se han aplicado 406 millones de dosis de vacunas, pero la mayoría (el 70%) ha sido en los Estados Unidos, donde casi la mitad de la población ha recibido al menos una dosis y casi el 85% de las personas de más de 85 años ya están totalmente inmunizadas.

En cambio, sólo el 3% de los latinoamericanos está completamente vacunado contra el coronavirus, señaló la OPS.

Los expertos aseguran que para alcanzar la llamada inmunidad colectiva es necesario vacunar al menos al 70% de la población.

La inequidad en el acceso a las vacunas se ha hecho evidente en todo el mundo, no sólo a nivel global entre los países ricos y pobres, sino también dentro de cada región, donde los países con más recursos han sellado múltiples acuerdos individuales con las farmacéuticas para asegurarse la mayor cantidad posible de vacunas.

Panorama de vacunación en América Latina no ha sido uniforme

En el continente americano, y dentro de él, Latinoamérica, el panorama de la vacunación no ha sido uniforme.

En parte debido a sus buenas relaciones previas a la pandemia con China, Chile, que tiene una de las economías más avanzadas en la región, ha podido asegurarse suficientes dosis para su población y ha colocado vacunas a tasas que superan incluso a la de países desarrollados.

Otras naciones de menores recursos como Honduras, Nicaragua y El Salvador, en cambio, apenas han inmunizado y dependen sobre todo de donaciones que reciben a través del mecanismo COVAX, creado por Naciones Unidas para ofrecer vacunas de manera equitativa en todo el mundo.

Haití, que junto a Bolivia, Honduras, El Salvador y Nicaragua recibirá vacunas gratis de COVAX, no ha iniciado aún la vacunación.

Debido a la escasez internacional de dosis, incluso México, Argentina y Brasil, que sellaron numerosos acuerdos con farmacéuticas para asegurarse suficientes vacunas, enfrentan dificultades para conseguirlas y para distribuirlas.

“Una cosa es tener un contrato, y otra tener las vacunas”, expresó Carin Zissis, experta en temas de COVID-19 y Latinoamérica del Consejo de las Américas.

“Y los países de América Latina están sintiendo eso de la misma manera que el resto del mundo”.

El principal desafío es la escasez de dosis, tanto de las compradas a través de acuerdos independientes como las suministradas por COVAX.

Las naciones más desarrolladas han acaparado la mayoría de las compras con contratos multimillonarios que han dejado esperando a los demás.

La situación se ha agudizado más por el freno del gobierno de India a las exportaciones de las dosis de AstraZeneca, alegando que necesita de esas vacunas para enfrentar la devastación provocada por la pandemia en su propio territorio.

Aunque un puñado de los países de la región debían recibir esas vacunas, Nicaragua, Haití y Bolivia, los efectos se harán sentir en el resto también porque las dosis disponibles deben ser compartidas entre todos.

Estados Unidos, uno de los países desarrollados que más cerca está de la región, ha estado enfocado en combatir la pandemia en su propio territorio y salvo escasas excepciones, como el envío de vacunas a México y Canadá, no ha facilitado aún dosis a la región. Lo mismo ha sucedido con gran parte de los países europeos.

La situación podría cambiar a medida que los países desarrollados vacunen a un mayor porcentaje de su población.

Priorizarán envío de vacunas a América Latina tras la amenaza

de Honduras de dejar de reconocer a Taiwán

El gobierno de los Estados Unidos le dará un lugar prioritario a América Latina en la distribución de los 80 millones de inoculantes contra el COVID-19 que planea donar durante las próximas semanas, en parte para evitar que la “diplomacia de las vacunas” llevada a cabo por China logre que a cambio países de la región dejen de reconocer a Taiwán como nación soberana.

De acuerdo con el informe, la intención fue confirmada por un alto funcionario de la administración de Joe Biden, y llega luego de que Honduras reconociera la posibilidad de cortar lazos con Taipéi para acceder a los inoculantes producidos por el gigante asiático.

Carlos Alberto Madero, un alto funcionario del gobierno de Tegucigalpa, dijo que, si bien el país quiere evitar este escenario, obtener vacunas es “mucho más urgente que cualquier otra cosa”.

“Esto nos pone en una situación muy difícil, dijo Madero. El pueblo hondureño empieza a ver que China está ayudando a sus aliados y nos comenzamos a preguntar por qué los nuestros no nos están ayudando”, agregó el funcionario centroamericano.

La nación centroamericana no ha logrado comprar una gran cantidad de vacunas hasta el momento, y ha sufrido grandes retrasos en las entregas de los contratos ya firmados.

A día de hoy, se ha inoculado a menos del 1% de sus 9 millones de habitantes.

De esta manera, y ante la urgencia de obtener inmunizantes, Madero advirtió que esta situación podría “conducir definitivamente a cambios en la política exterior”. Indicó, además, que el gobierno hondureño solicitó vacunas a los Estados Unidos, y que se le había prometido ayuda, pero hasta el momento no recibió ninguna.

El funcionario estadounidense, por su parte, sostuvo que la administración Biden ayudaría a Honduras, y a otros países de la región, pero no especificó un calendario.

 

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