HARTFORD.- A raíz de una carta de 200 proveedores de atención médica, en apoyo de la legislación que daría a las personas de Connecticut acceso a un seguro médico independientemente de su estado migratorio, el Comité de Servicios Humanos llevó a cabo una audiencia pública esta semana.
La fecha límite para que el Comité celebre una audiencia pública sobre el proyecto de ley es el 11 de marzo.
Actualmente existen dos proyectos de ley que ampliarían explícitamente la cobertura de atención médica a las personas indocumentadas.
El proyecto de ley daría a las personas indocumentadas el acceso a HUSKY, que es el sistema de Medicaid de Connecticut para personas de bajos ingresos.
“Si bien la tasa de personas sin seguro médico en Connecticut es de aproximadamente el 5.9%, se estima que el 52% de los inmigrantes indocumentados en nuestro Estado no tienen seguro”, escribieron los 200 proveedores médicos en su carta a los copresidentes del comité.
“Las comunidades de inmigrantes se ven obligadas a depender de las clínicas de escasos recursos y atención de emergencia a través de los hospitales. Todos nosotros, como proveedores de atención médica, hemos visto las consecuencias cuando las enfermedades de nuestros pacientes no se tratan, lo que provoca complicaciones catastróficas y, es importante señalar, que requieren una atención hospitalaria costosa. Estas consecuencias se pueden prevenir, pero la receta debe redactarse al nivel de la política estatal”, agregaron los defensores.
Matthew Meizlish, estudiante de la Facultad de Medicina de Yale, dijo que la forma en que el sistema está estructurado en este momento deja fuera a los inmigrantes indocumentados.
“La Affordable Care Act (ACA) hizo mucho para expandir el seguro médico a muchas personas, pero prohibió a los inmigrantes indocumentados acceder al seguro médico, ya sea a través de los mercados establecidos por la ACA o por medio de Medicaid”, indicó Meizlish.
Dijo que a medida que el seguro médico se ha expandido para muchas poblaciones, también ha dejado fuera a la comunidad indocumentada como su paciente, a quien llamó “Armando”.
Según Meizlish, “Armando” estaba trabajando en la construcción cuando un taladro le rompió un hueso y le desgarró un cartílago de la mano.
Su empleador le dijo a “Armando” que le dijera al departamento de emergencias que se había tropezado y caído y que pagaría la visita él mismo.
Le pusieron una férula en la mano y se suponía que debía hacer un seguimiento con un médico, lo que nunca hizo hasta que el dolor se volvió insoportable cuatro meses después.
Meizlish dijo que “Armando” no hizo seguimiento para recibir atención porque no tenía seguro médico.
“Había perdido la mayor parte de la función de su mano porque había estado inmovilizada durante tanto tiempo”, precisó Meizlish.
El senador estatal Derek Slap, demócrata de West Hartford, dijo que es una cuestión moral.
“Es justo que todo el mundo debería tener atención médica”, agregó Slap.
“El Estado y los contribuyentes pagan ahora mismo la atención médica para los inmigrantes indocumentados”, agregó el Senador.
Pagan porque cuando alguien no puede pagar, el costo de su atención se agrega a las primas mensuales que pagan las personas, ya sea que obtengan su seguro en el mercado privado o a través de sus empleadores, finalizó Slap.