NUEVA YORK.- El presidente de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), Patrick Joseph Foye, informó que la posibilidad de cortes y despidos en el servicio es muy real, a menos que la agencia reciba los 12 mil millones de dólares en fondos federales que ha estado buscando durante meses.
La junta de la MTA está considerando recortes de servicios de hasta un 50% y el despido de más de 9 mil trabajadores, incluidos unos mil que trabajan para Metro-North Railroad y Long Island Rail Road.
Además, se realizarían recortes que afectarían a los autobuses y el metro de la ciudad de Nueva York, junto con los puentes y túneles de la MTA.
La junta se reunió esta semana y recibió presentaciones que describen los planes para reducir el servicio en todos los ámbitos junto con despidos proporcionales si no se pueden encontrar nuevos fondos.
“Solo el gobierno federal puede acudir al rescate con el nivel de financiamiento que necesitamos. Es una crisis nacional que requiere una solución nacional”, agregó Foye.
Expresó la esperanza de que cuando la nueva administración de Joe Biden asuma el cargo, Washington finalmente responda a los repetidos pedidos de ayuda de la MTA.
Foye dijo que no hay planes para que la MTA se declare en bancarrota si no recibe fondos suficientes porque tiene obligaciones contractuales con sus tenedores de bonos de no tomar tal acción.
Foye habló después de la reunión de la junta en la que se presentaron documentos que proyectaban un déficit acumulado de 15.9 mil millones de dólares hasta el 2024.
Sin ayuda federal, las opciones de reducción del déficit incluyen recortes en las operaciones, eliminación de 9 mil 367 trabajadores e instituyendo congelamientos salariales permanentes para los empleados de la MTA que permanecen.
La consultora McKinsey proyectó para la MTA que después de que la pandemia haya sido controlada, el número de pasajeros seguirá siendo menor que antes del COVID-19, con un “nuevo número de pasajeros normal” alcanzando un máximo de solo el 80 al 92% de los niveles prepandémicos.
Foye dijo que la MTA no espera recibir un cheque en blanco y que la agencia no quiere tener que recurrir al aumento de tarifas dado el entorno actual en el que muchos neoyorquinos están sufriendo financieramente.