NUEVA YORK.- La gobernadora Kathy Hochul expresó su preocupación por el impacto que tendría el proyecto de ley de reconciliación presupuestaria republicana en el Supplemental Nutrition Assistance Program (SNAP), el programa de asistencia alimentaria más grande del país.
Según las estimaciones, el proyecto de ley podría trasladar costos exorbitantes a los estados, incluyendo Nueva York, donde se vería obligado a asumir hasta 2.1 mil millones de dólares adicionales anualmente.
“Todo neoyorquino merece comer todos los días, así de simple. Hago un llamado a nuestros líderes del Congreso para que se unan a mí y den un paso al frente para proteger los fondos del SNAP, de los que dependen familias con niños, adultos mayores, neoyorquinos con discapacidades, agricultores locales y dueños de tiendas para sobrevivir”, declaró Hochul.
Importancia de SNAP en Nueva York
De acuerdo con la Gobernadora, el SNAP ayuda a más de 1.7 millones de hogares y 2.9 millones de beneficiarios en Nueva York, la mayoría de los cuales son niños, adultos mayores o personas con discapacidades.
El programa proporciona un apoyo vital para que los hogares puedan adquirir alimentos saludables y nutritivos.
Los beneficios del SNAP ya son relativamente modestos, con un beneficio promedio de 7 dólares al día, pero este apoyo es vital para los hogares. Más del 14% de la población de Nueva York, o 1 de cada 7 neoyorquinos, depende del SNAP. Por ello, el programa es la herramienta más eficaz de Nueva York para combatir el hambre y la inseguridad alimentaria, prioridades fundamentales, según Hochul, de su Administración.
Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, cada dólar del SNAP genera 1.54 dólares en actividad económica.
En Nueva York, se estima que los beneficios de SNAP generan aproximadamente 12 mil millones de dólares en actividad económica anualmente.
Se estima que más de 300 mil hogares, incluyendo familias con niños, adultos mayores, jóvenes que superan la edad límite de acogida, personas sin hogar, personas con discapacidades y veteranos, se verían afectados por estos cambios, perdiendo la totalidad o parte de sus beneficios del SNAP, lo que resultaría en una pérdida anual de cientos de millones de dólares en beneficios del SNAP para algunos de los neoyorquinos más vulnerables.
Preocupaciones sobre el proyecto de ley
Hochul destacó que el proyecto de ley republicano propone trasladar una parte significativa de los costos de SNAP a los estados, lo que podría tener un impacto significativo en los presupuestos estatales y locales.
Además, el proyecto de ley eliminaría la financiación para programas de educación sobre SNAP que enseñan a los beneficiarios cómo obtener el mayor valor fiscal y nutricional de sus beneficios.
