DANBURY.- Más de 200 miembros de la comunidad de Danbury, que representan a más de 22 grupos laborales, iglesias, grupos de derechos de los inmigrantes, educación superior, grupos de derechos humanos y más, se unieron a una sola voz en un rally para respaldar a los inmigrantes y protegerlos.
Las organizaciones participantes incluyeron Association of Religious Communities (ARC) and Their Churches And Congregations, Western Connecticut State University Undocually Task Force, WCSU Precoallegiate Access Programs, ACLU Connecticut, Connecticut Students For A Dream (C4D), ATU1622 Union, Starbucks Danbury Union, CT Working Families Party, CT Socialist Of America, Kamoras Cultural Corner, CT Comunidades Sin Fronteras, Danbury Area Justice Network, Danbury Pride y Action Together Network.
El presidente electo Donald Trump ha prometido llevar a cabo el mayor esfuerzo de deportación en la historia del país, activando al ejército para allanar las comunidades, escuelas, hospitales y más, y poner a los inmigrantes en campos de detención.
Durante la manifestación celebrada el sábado pasado, la comunidad de Danbury dejó en claro que todos los funcionarios electos tienen la responsabilidad de garantizar que las comunidades se sientan seguras y bienvenidas y que Danbury es y debe seguir siendo un lugar acogedor para todas las personas, donde todos, independientemente de la raza, religión, orientación sexual y estado migratorio, puedan sentirse seguros.
Antes de la manifestación, Kara Quinn Casimiro, superintendente de las escuelas públicas de Danbury, envió una declaración a todos los padres del distrito en inglés y español, que decía en parte: “quiero asegurarles nuestro compromiso inquebrantable de brindar un entorno inclusivo, seguro y de apoyo para todos nuestros estudiantes, independientemente de su estatus migratorio. La herencia de Danbury refleja la fuerza de una comunidad diversa. Nuestra ciudad tiene una rica historia arraigada en la inmigración, donde generaciones de familias de todo el mundo han llegado aquí, trayendo consigo historias de resiliencia, esperanza y un compromiso con un futuro más brillante para sus hijos”.
Agregó que “recientemente, hemos recibido consultas sobre cómo compartir información de los estudiantes y la seguridad de los estudiantes indocumentados. En Connecticut, las escuelas públicas deben educar a todos los niños que residen en sus distritos, independientemente de su estatus migratorio. Este mandato está arraigado tanto en la ley estatal como en los fallos de los tribunales federales”.
La funcionaria adelantó que “nuestras escuelas seguirán siendo lugares de aprendizaje, libres de miedo, donde todos los estudiantes puedan sentirse seguros y valorados. Quiero asegurarle a cada familia que nuestras escuelas son lugares seguros donde los estudiantes pueden aprender y prosperar. Aun así, entendemos las preocupaciones de nuestras familias. Nuestro personal de apoyo sigue listo para ayudar a los estudiantes que puedan sentirse estresados o ansiosos por las discusiones actuales sobre temas de inmigración e incertidumbres sobre el futuro”.
Por su parte, Jennifer Labate, la nueva directora de la
Division of Diversity Equity and Inclusion (DEI) y coordinadora del Título IX en la Western Connecticut State University (WCSU) declaró que “la WCSU está aquí para la comunidad y, como una institución orgullosamente reconocida a nivel federal que brinda servicios a los hispanos, estamos comprometidos a servir a esta comunidad. Estamos comprometidos a proteger y brindar recursos a nuestros estudiantes indocumentados y a aquellos de familias de estatus mixto”.
Añadió que “en este momento, la WCSU está tomando medidas adicionales para preparar a nuestros estudiantes y sus familias con talleres, listas de verificación de preparación y servicios de atención de salud mental para garantizar la seguridad y la tranquilidad. La WCSU está con los inmigrantes en nuestro campus y en Danbury, y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para brindar los recursos y el apoyo necesarios”.
Gus Marks-Hamilton, de la American Civil Liberties Union (ACLU) de Connecticut, indicó que “todos hemos escuchado la retórica, hemos visto y leído los planes y sabemos lo que puede suceder. Nuestro personal de la ACLU en Connecticut, y los 2 mil empleados de nuestra organización en todo el país, han estado planeando durante meses para enfrentar los horrores que ha prometido una segunda administración de Trump. Tenemos abogados, defensores, activistas y un equipo de políticas llamado READY para hacer que Connecticut sea un lugar más seguro y acogedor para los inmigrantes. Y si es necesario, lucharemos en el ayuntamiento, en el juzgado, en un tribunal de Connecticut”.
Najely Clavijo, estudiante indocumentada en Danbury, y organizadora de CT Students for a Dream (C4D), comentó que “esta es la segunda vez que viviré bajo la administración de Trump, y el miedo es mayor que nunca. Cuando Trump fue elegido en 2016, recuerdo que mi madre y mi tío pensaron en formas de mantenernos a salvo y mantener unida a nuestra familia. Recuerdo claramente que mi tío le dio a mi madre una guía sobre qué tener listo y dónde acceder a un fondo de emergencia en caso de que alguno de nosotros fuera deportado”.
Apuntó que “estoy aquí porque quiero trabajar con la ciudad de Danbury para garantizar la seguridad de nuestra diversa comunidad. Nuestros funcionarios electos tienen la responsabilidad de garantizar que nuestras comunidades se sientan seguras y bienvenidas. Necesitamos que todos los responsables políticos locales, estatales y federales tomen medidas sin complejos para prepararse para combatir los planes de deportación masiva de Trump”.