NORWALK.- Esta semana, grupos que trabajan con familias de bajos ingresos en Connecticut están creando conciencia sobre el Benefits Cliff o el “Abismo de beneficios” del Estado con un día de acción.
El “Abismo de beneficios” ocurre cuando una persona puede obtener un aumento, tener un hijo con un trabajo a tiempo parcial o algún otro aumento de ingresos que luego la hace no elegible para ciertos beneficios.
Las personas se enfrentan a un “Abismo de beneficios” cuando reciben beneficios públicos del gobierno, obtienen un aumento y luego descubren que ganan demasiado dinero para recibir los beneficios. Pero no ganan suficiente dinero para mantenerse a sí mismos y a su familia.
Los cambios pueden tener graves impactos en las comunidades y afectar desproporcionadamente a las familias con niños.
Stephen Monroe Tomczak, profesor de trabajo social en la Southern Connecticut State University (SCSU), dijo que es parte de un problema laboral más amplio.
“En cierto sentido, se desincentiva a las personas, especialmente las de bajos ingresos, a participar en la fuerza laboral y se les niegan empleos e ingresos adecuados cuando intentan hacerlo”, explicó Tomczak.
Varios proyectos de ley de presupuesto de la Asamblea General podrían haber abordado el tema, pero la mayoría fracasó, lo que inspiró la acción de esta semana, una procesión fúnebre simulada a la oficina del gobernador Ned Lamont para elogiar los proyectos de ley, incluido el Crédito Tributario por Hijos reembolsable, el posible aumento a la financiación de vales de vivienda y un proyecto de ley eliminando el límite de activos en el programa de seguro médico HUSKY C.
Los defensores de los servicios sociales saben que los proyectos de ley resurgirán en el proceso presupuestario del próximo año.
Rose Ferraro, líder del programa de defensa de políticas de justicia sanitaria para la Universal Health Care Foundation de Connecticut, dijo que la gente está tomando medidas alternativas, como acudir a bancos de alimentos o evitar la atención médica para cubrir los beneficios perdidos.
“La gente perderá su asistencia para el alquiler y luego tendrán que tomar algunas decisiones difíciles: ¿Pongo comida en mi mesa o me aseguro de pagar el alquiler?’ Y así se convierte en una especie de posición insostenible”, señaló Ferraro.
Ferraro añadió que la financiación estatal y federal entrelazada hace que sea difícil llegar al núcleo de las cuestiones que conducen a los “Abismos de los beneficios”.
Un proyecto de ley elogiado habría establecido un programa piloto de “Abismo de beneficios”. Durante dos años, habría proporcionado la subsistencia a las personas que han llegado al “Abismo de los beneficios”.