STAMFORD.- El gobernador Ned Lamont anunció que el estado de Connecticut está otorgando 8.8 millones en subvenciones, a través de la ronda inaugural del Department of Energy and Environmental Protection’s Climate Resilience Fund (DCRF).
Estos premios estatales apoyarán 21 planes y proyectos innovadores de resiliencia climática en 17 municipios y consejos de gobierno de Connecticut, incluso en Stamford.
Stamford recibirá 210 mil 750 dólares para desarrollar un plan a nivel de vecindario para las áreas del centro de la ciudad, así como de West Side y Waterside para abordar el riesgo de calor y la resiliencia, incluida la identificación de estrategias regulatorias, políticas y de planificación a largo plazo, y el desarrollo de acciones a corto plazo para complementar esfuerzos de preparación y respuesta ante emergencias.
La Ciudad también obtendrá 598 mil 125 dólares para evaluar problemas de inundaciones en la cuenca de Toilsome Brook, específicamente en los vecindarios de Ridgeway-Bullshead, Turn of River-Newfield y Glenbrook-Belltown, y desarrollará recomendaciones de mitigación de inundaciones a nivel conceptual que incluirán mejoras en el sistema de drenaje, iluminación natural y reubicación o elevación de estructuras e infraestructura.
Para el 2050, se proyecta que Connecticut experimentará tormentas más fuertes, sequías más prolongadas y frecuentes, un aumento del nivel del mar de hasta 20 pulgadas a lo largo de la costa, una mayor frecuencia de inundaciones costeras con niveles como los observados en la supertormenta Sandy cada cinco a diez años, y un promedio de 20 días adicionales al año que superará los 90 grados Fahrenheit, según la Oficina del Gobernador.
Connecticut tuvo múltiples olas de calor en el verano de 2022 y precipitaciones récord en 2021.
“Connecticut ya está desempeñando un papel de liderazgo para abordar el desafío del cambio climático porque hacer esas inversiones significa personas más sanas y un medio ambiente más saludable, así como nuevas oportunidades comerciales”, manifestó Lamont.
“La planificación para la resiliencia climática requiere preservar y proteger lo que amamos de este Estado para que podamos seguir siendo un gran lugar para las familias con aire y agua limpios y comunidades prósperas”, agregó el funcionario.
En esta primera ronda de financiamiento, más del 90 por ciento de los fondos se destinarán a las comunidades vulnerables que serán las primeras en sentir los efectos del cambio climático, incluidos 10 municipios que están designados por estatuto estatal como “comunidades de justicia ambiental”.
