DANBURY.- Los trabajadores de la salud que lucharon en la línea del frente de Connecticut durante la guerra mortal contra el COVID-19 tendrían cubiertas sus lesiones por traumatismo gracias a la compensación del trabajador, en virtud de un proyecto de ley aprobado por los senadores estatales la semana pasada.
El proyecto de ley, que se traslada a la Cámara de Representantes del Estado para su votación, extendería los mismos beneficios de compensación para los trabajadores que han sufrido lesiones por estrés postraumático, que ya tienen los empleados de la policía, bomberos, trabajadores de las ambulancias, despachadores del 911, trabajadores de correccionales y empleados de la salud.
“Teníamos la intención de aprobar esta legislación el año pasado, pero debido a la pandemia, no pudimos hacerlo. Esta legislación ahora se extiende a los proveedores de atención médica que, en las peores circunstancias, nos cuidaron a nosotros y a nuestros seres queridos”, indicó la senadora estatal Julie Kushner, una demócrata de Danbury y presidenta del Comité de Trabajadores y Empleados Públicos del Senado.
El proyecto de ley se centra en el peor tipo de trauma relacionado con el trabajo, donde el trabajador ve a un niño fallecido o presencia la muerte o una lesión grave de alguien, y define qué tipo de trauma relacionado con el COVID-19 es elegible para los trabajadores de la salud.
“Los proveedores de atención médica que presenciaron la muerte debido al COVID-19, cuidaron a alguien que murió de coronavirus o presenciaron una lesión física-traumática que llevó a la pérdida de la función vital del cuerpo debido al COVID-19, sería elegible para los beneficios de compensación para aquellos que sufren de Post-Traumatic Stress Injury (PTSI)”, explicó el Comité de Trabajo y Empleados Públicos, que propuso la legislación.
“Miles de personas en todo nuestro Estado trabajan todos los días en nombre del servicio público y ayudando a otros, y en ese trabajo, a veces experimentan un trauma que les cambia la vida. Tenemos la obligación de asegurarnos de que puedan acceder a los beneficios del sistema de compensación para trabajadores de nuestro Estado”, comentó Kushner.
El líder de un sindicato de 30 mil miembros en Connecticut está de acuerdo con la legislación.
“Hay muchos trabajadores aquí que pueden contarles las desgarradoras experiencias que han tenido que soportar mientras mantienen a salvo al público, tratan de prevenir muertes y lesiones, y tratan de salvar vidas”, comentó Jody Barr, directora ejecutiva del AFSCME Council 4, en un testimonio del proyecto de ley a principios de este año.
“No es de extrañar que estos trabajadores sufran algunas de las tasas de suicidio y de lesiones psicológicas más altas”, agregó la sindicalista.
Otros consideran el proyecto de ley “un nuevo mandato costoso sin fondos para los municipios y empresas de todo el estado”.
“Los dueños y las ciudades no pueden pagar estos beneficios sin la ayuda del Estado. Dependiendo de las circunstancias, el costo de un caso individual de estrés mental por discapacidad parcial o una reclamación total permanente podría oscilar entre decenas de miles de dólares y más de 1 millón de dólares durante la duración de la reclamación”, señaló la Connecticut Conference of Municipalities durante el testimonio.
El proyecto de ley específica que los beneficios de compensación por traumas relacionados con el trabajo se limitarían a 52 semanas y no podrían otorgarse más allá de los cuatro años desde el evento traumático, entre otras calificaciones.
