NORWALK- Todo comenzó el 12 de abril de este año. Un inmigrante indocumentado de Connecticut, que no quiso ser identificado por su verdadero nombre y prefirió para esta nota llamarse “Juan”, recibió una llamada telefónica proveniente de California donde una voz agradable femenina le ofreció un curso de inglés.
La voz sensual de la mujer le ofreció un curso completo de inglés llamado “Inglés ahora”, que consistía en varios DVDs prometiéndole que en apenas tres meses dominaría el idioma y que el curso había ayudado a otras personas como él.
De acuerdo con “Juan”, un jornalero proveniente de Centroamérica, la mujer le dijo que sólo debía pagar el 20% del supuesto curso.
El curso costaba 3 mil dólares, sin embargo, en esa ocasión el inmigrante solo debía pagar 600 dólares.
Juan vio que la oferta era tentativa, ya que el inglés en este país es una herramienta necesaria para triunfar y aceptó.
Le preguntó a la mujer si podía pagar los 600 dólares en tres cuotas de 200 dólares mensuales. La mujer aceptó y le dijo que el curso lo recibiría cuando hiciera el primer pago.
La mujer le dio instrucciones a “Juan”, le dijo que hiciera su primer pago a través de MoneyGram, pero que lo mandará a Perú. “Juan” extrañado le preguntó porque ahí y la mujer respondió que porque el director del curso estaba visitando ese país en ese momento.
Al realizar el primer pago, “Juan” recibió el curso una semana después.
Juan envió los siguientes dos pagos mensuales como lo tenía pactado y pensó que ya había finiquitado el costo del curso, sin embargo, no se imaginaba que su pesadilla apenas empezaba.
Tres meses recibió una llamada inquietante. Se trataba de un “abogado” que lo amenazó con abrirle un proceso judicial, al señalarle que no había pagado el curso en su totalidad. El abogado le dijo que todavía quedaba debiendo 2 mil 400 dólares.
El “abogado” le dijo a Juan que si no hacía un pago de al menos mil dólares a través de MoneyGram en un lapso de 24 horas iba a tener una patrulla de la policía en la puerta de su casa.
“Juan” desesperado intentó conseguir el dinero, tuvo que sacrificar lo poco que ganaba al día y como pudo reunió el resto del dinero, gracias a que amigos y familiares le hicieran préstamos.
Cumplido el plazo, el “abogado” lo llamó otra vez y le dio instrucciones para que enviará el dinero nuevamente a Perú a través de MoneyGram, pero esta vez a un destinatario diferente.
“Juan” vio raro eso, pero por miedo siguió las órdenes del “abogado” y mandó el dinero.
Una semana después recibió una llamada de otra persona, que decía ser de un fiscal de la Corte de Riverside, California. La persona le dijo que si no enviaba mil dólares inmediatamente tenía que presentarse en la Corte para ser procesado.
Con angustia y espantado por las palabras amenazantes del “fiscal”, “Juan” trató de reunir ese dinero, pero al no conseguir el pago solicitado de manera inmediata, los estafadores comenzaron a realizarle llamadas y a enviarle mensajes amenazantes.
Las amenazas consistían en que si no pagaba iba a ser arrestado por agentes del U.S. Immigration and Customs Enforcement (ICE) para ser deportado a su país, no sin antes ir preso a una cárcel estatal.
La ultima llamada que recibió era de una persona que decía ser su defensor en la Corte y le “aconsejó” enviar el dinero lo mas pronto posible nuevamente a Perú.
“Juan” empezó a sospechar, ya que se le hacia muy raro enviar los pagos a Perú, y cuyos destinatarios eran personas distintas.
El inmigrante investigó por internet y se dio cuenta de que se trataba de una estafa, ya que otras personas también eran victimas de este tipo de fraude.
“Juan” no quiso denunciar el hecho a la policía por ser indocumentado, sin embargo, quiso compartir su historia para que otras personas no caigan en este tipo de fraude.
La policía de Norwalk ha reiterado que están para ayudar a las personas sin importar su estatus migratorio.
“La verdad me sentí muy angustiado, ya que nunca me imagine que fuera una estafa, tengo apenas seis meses en este país y vi una buena oportunidad aprender inglés, sin embargo, todo fue un engaño y me duele haber perdido dinero, ya que es el fruto de mi trabajo”, expresó “Juan” a EL SOL News.
Aconsejó a las personas no responder llamadas de números desconocidos y que, si los inmigrantes quieren aprender ingles que lo hagan a través de los centros comunitarios o de las bibliotecas, ya que las clases son gratuitas.
“Me inscribí hace un mes en un curso en la Biblioteca Pública de Norwalk y estoy aprendiéndolo poco a poco, he conocido nuevas amistades. Lo que me sucedió no me desmotiva, al contrario, me da más motivación para cumplir mis sueños. Este es el país de las oportunidades y cada día aprendo cosas nuevas”, finalizó Juan.