NORWALK.- Una encuesta reciente mostró que los votantes del Estado están en gran medida en contra de la idea de prohibir la venta de vehículos nuevos equipados con motores de combustión interna en los próximos años.
La encuesta se realizó después de que el gobernador Ned Lamont retirara las regulaciones para eliminar gradualmente la venta de vehículos nuevos a gasolina.
La encuesta, encargada por la Specialty Equipment Market Association (SEMA) y realizada por RG Strategies a principios de diciembre, encuestó a 500 posibles votantes registrados en Connecticut.
Encontró que el 59% de los encuestados se opone a una posible prohibición de la venta de automóviles y camiones nuevos que funcionan con gasolina y diésel, incluso con propuestas que sugieren que dichas prohibiciones podrían entrar en vigor ya en 2035.
Aproximadamente el 63% de los votantes independientes o no partidistas , también expresaron su oposición a la prohibición de los motores de combustión interna.
“Mientras circulan rumores en torno a Hartford sobre una posible sesión especial para adoptar las regulaciones de California que prohibirían la venta de automóviles nuevos a gasolina y camiones diésel, la encuesta de SEMA envía un mensaje claro a los legisladores de que deben rechazar cualquier intento de hacerlo”, manifestó Chris Herb, presidente de la Connecticut Energy Marketers Association.
“Con seis de cada diez votantes de Connecticut oponiéndose a la prohibición propuesta, no hay duda de que se trata de una mala política que carece del apoyo del público. Dado que las regulaciones entrarán en vigor en 2027, son demasiado pronto y el público simplemente no las quiere”, agregó Herb.
Por su parte, Lori Brown, presidenta de la Connecticut League of Conservation Voters, dijo que intereses especiales como la Specialty Equipment Market Association han estado “invirtiendo dinero en esta propaganda” durante meses también en otros estados, pero a diferencia de otros estados, Connecticut tiene un Comité de Revisión de Regulaciones.
Dijo que la encuesta es engañosa porque no se trata de una prohibición de los vehículos propulsados por gasolina, sino del inicio de un proceso para introducir gradualmente más vehículos eléctricos.
“No alcanzaremos nuestros objetivos climáticos si no aprobamos estas regulaciones”, dijo Brown.
La encuesta sugiere que el creciente costo de vida y el aumento de los precios, combinados con los gastos adicionales asociados con los vehículos eléctricos, se encuentran entre las principales razones detrás de la oposición de los votantes a la prohibición.
Aproximadamente el 69% de los encuestados cree que una medida de este tipo afectaría desproporcionadamente a las familias de bajos ingresos.
Cuando se les preguntó sobre sus prioridades, el 26% de los votantes identificó los impuestos como su principal preocupación, seguido por el 16% que citó el aumento de la inflación y los altos costos, y el 13% que se centró en una economía inestable y la disponibilidad de empleo.
Estas preocupaciones económicas representan colectivamente el 64% de las principales prioridades de los votantes de Connecticut.
Brown dijo que las comunidades de bajos ingresos se ven gravemente afectadas por la contaminación del transporte y estas regulaciones comenzarían a reducirla.
Dijo que muchas personas afectadas por la contaminación no son las que van a comprar vehículos eléctricos nuevos, que, según ella, son más asequibles de lo que la oposición intenta afirmar. Pero se ven afectados por la contaminación de los vehículos propulsados por gasolina que circulan por las carreteras.
El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Vincent Candelora, dijo que el resultado de la encuesta simplemente confirma lo que han estado escuchando durante meses.
“Los residentes no sólo entienden que nuestro estado carece de la capacidad para generar la electricidad necesaria para cumplir con el mandato propuesto por los demócratas, sino que no se dejan engañar por promesas poco realistas de una infraestructura de carga asequible y sólida que servirá a los centros urbanos y las áreas rurales, así como a poder en las comunidades suburbanas ricas”, indicó Candelora.
“Esta propuesta está a medias. Todo residente de Connecticut debería tener los ojos bien abiertos ante los intentos del Gobernador Ned Lamont de realizar ajustes rápidos, anunciados como cambios totales, que produzcan el mismo resultado: el fin de su libertad para conducir el automóvil que desee”, finalizó el Congresista.
