NEW HAVEN.- En vísperas de una votación del Comité de Revisión de Regulaciones, dividido en partes iguales, el gobernador Ned Lamont retiró las regulaciones propuestas que habrían eliminado gradualmente las ventas de nuevos vehículos propulsados por gasolina para 2035.
La retirada de la normativa pone fin a semanas de especulaciones sobre cómo votaría el grupo bipartidista de revisión de la normativa sobre las emisiones pendientes, que obligaría a los fabricantes de automóviles a vender una proporción cada vez mayor de vehículos de cero emisiones hasta 2035, cuando se habrían interrumpido por completo las ventas de vehículos nuevos propulsados por gas.
La representante Lucy Dathan, demócrata de New Canaan y copresidenta del panel, dijo que recibió la noticia de que había suficiente oposición en el comité para rechazar la regulación.
En lugar de ver la propuesta rechazada, la administración señaló planes para retirarla, dándole a la legislatura una segunda oportunidad para encontrar una manera de diseñar la transición a los vehículos eléctricos.
“Estoy decepcionada, para ser completamente honesta”, dijo Dathan, citando a muchos de los estados vecinos de Connecticut que han adoptado la regulación.
“Yo era un gran partidaria de esto y me sentía optimista de que podríamos llegar a la meta. Veo que el mercado va en esta dirección, por lo que es molesto que no podamos llegar allí”, agregó la congresista.
Por su parte, el representante estatal Matt Ritter dijo que esto le da a la legislatura controlada por los demócratas algo más de flexibilidad para redactar una nueva propuesta.
“Cuando nuestro grupo tenga la información que necesita, estaremos dispuestos a actuar lo más rápido posible”, dijo Ritter.
Dijo que la nueva propuesta podría darle al Estado más tiempo para determinar cómo será el mercado de vehículos eléctricos dentro de cinco años.
Ritter dijo que sostendrán una reunión para delinear algo de lo que están pensando acerca de seguir adelante y luego darles a los defensores más tiempo para trabajar en el tema.
La votación sobre una nueva propuesta podría tener lugar durante la próxima sesión legislativa que comienza en febrero de 2024.
Los legisladores republicanos comenzaron a celebrar audiencias públicas en todo el Estado en las últimas semanas para intentar derrotar la propuesta.
Sin embargo, fueron dos demócratas del comité, la senadora Cathy Osten, demócrata por Sprague, y la senadora Joan Hartley, demócrata por Waterbury, quienes se mostraron abiertamente escépticos ante la propuesta.
Los vendedores de combustible y la industria del transporte por carretera se opusieron a la propuesta. En una declaración el lunes por la noche, Chris Herb, presidente y director ejecutivo de la Asociación de Comercializadores de Energía de Connecticut (CEMA), calificó la medida como una victoria para los consumidores.
“Sin embargo, es posible que la batalla no haya terminado. No está claro qué podría pasar a continuación, pero CEMA seguirá estando alerta en nuestra oposición a esta política imprudente. Esto es demasiado rápido y no estamos preparados para un futuro exclusivamente eléctrico”, dijo Herb.
Los defensores del medio ambiente habían tratado de aumentar el apoyo a la propuesta a través de la divulgación de los legisladores, citando los beneficios esperados para la calidad del aire del Estado, así como una reducción en el número de complicaciones de salud causadas por la contaminación.
Las regulaciones surgieron de una ley bipartidista de 2004 que vincula los estándares de emisiones de vehículos de Connecticut con los adoptados por el estado de California en lugar de estándares menos estrictos elaborados por la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA).
