NEW HAVEN.- Los residentes de un edificio de apartamentos de New Haven que enfrentan el desalojo se reunieron con cientos de sus partidarios para protestar contra la medida que los obligaría a abandonar sus hogares.
Con llamados de “levantarse y luchar”, los manifestantes marcharon las cuatro cuadras desde los escalones de entrada del Ayuntamiento de New Haven hasta la oficina de Ocean Management, que opera el edificio de apartamentos en 311 Blake Street, donde los inquilinos enfrentan el desalojo.
La protesta también llamó la atención del senador federal Richard Blumenthal, el presidente del Senado estatal, Martin Looney, el Service Employees International Union (SEIU) y el director ejecutivo del Connecticut State Council, Kooper Caraway.
Blumenthal se dirigió a la multitud y les dijo que estuvieran orgullosos de la reunión.
“Diferentes razas, diferentes edades, diferentes orígenes. Así es como se ve Estados Unidos, que defiende la justicia. Hay que defenderse y hablar por la justicia”, manifestó Blumenthal.
El 19 de agosto pasado, 16 residentes recibieron avisos de Ocean Management para que renunciaran. Un aviso es el primer paso en el proceso de desalojo.
Los avisos formaban parte de procedimientos de desalojo “sin culpa”.
Los desalojos “sin culpa” se producen cuando los propietarios optan por no renovar el contrato de arrendamiento, pero no tienen quejas contra el inquilino.
Los residentes creen que los desalojos son una respuesta de represalia a su resistencia al aumento del alquiler del 20% propuesto por Ocean Management para ciertos apartamentos.
Dijeron que los líderes sindicales se reunieron con Ocean Management para discutir el plan de aumento de alquiler días antes de que se enviaran los avisos de renuncia a los residentes.
Es importante que los residentes y sus partidarios no cedan, afirmó Blumenthal.
“No deben permitir que un acosador intimide o explote a personas inocentes que sólo quieren un lugar para vivir a un precio asequible. Se trata de un propietario que toma represalias contra personas que hacen valer sus derechos legales. Ese es el peor tipo de explotación”, afirmó Blumenthal.
Ocean Management dijo que el alquiler no ha aumentado desde que comenzó la pandemia de COVID-19, a pesar de la inflación, y está por debajo de la tasa del mercado.
“Nos reunimos de buena fe tres veces con los representantes en un intento de llegar a un acuerdo, e incluso expresamos nuestra intención de acomodar a algunos inquilinos que experimentan dificultades financieras”, indicó Ocean Management.
Cada residente que recibió un aviso de desalojo es miembro del sindicato de inquilinos, que se formó el otoño pasado.
Los inquilinos que tienen casos existentes contra Ocean Management no recibieron avisos de desalojo, según la vicepresidenta del Sindicato de Inquilinos de Blake Street, Sarah Giovanniello.
“Tengo un caso activo según el código de vivienda contra el propietario por problemas de seguridad contra incendios y ratones que no se ha resuelto, por lo que creo que sería ilegal desalojarme en este momento”, dijo Giovanniello.
“Creo que, en su opinión, tienen derecho a hacerlo. Pero también han admitido que lo hicieron porque nuestras negociaciones se estancaron. Para nosotros, eso es una clara represalia, que en realidad es ilegal”, señaló la directiva.
Jessica Stamp, delegado sindical de Blake Street, ha vivido en el edificio durante seis años y recibió un aviso para que renunciara.
Stamp dijo que ha sido una residente modelo mientras que Ocean Management no ha respondido.
El lunes pasado, el sindicato presentó una solicitud de amparo judicial en el proceso de desalojo. Está prevista una audiencia para el martes 12 de septiembre para discutir las acusaciones de represalias.
