NORWALK.- Aproximadamente un 20% menos de personas se vacunaron contra el COVID-19 en Connecticut la semana pasada en comparación con la semana anterior, según muestran los números estatales, en una señal de que el proceso de distribución ha entrado en una nueva fase.
Antes de la semana pasada, el Estado había visto un aumento constante en la cantidad de residentes que recibían sus vacunas, a medida que aumentaba la oferta y se ampliaba la elegibilidad.
Pero ahora que más de la mitad de todos los residentes de Connecticut han recibido al menos una dosis, la demanda parece haber disminuido.
¿Por qué se ha ralentizado la vacunación COVID-19 en Connecticut?
Hasta el lunes pasado por la tarde, aproximadamente el 66% de los residentes de Connecticut de 16 años o más habían recibido al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19. Muchos de los que no han sido vacunados probablemente no lo deseen, mientras que otros pueden necesitar ayuda para compensar la falta de información, tecnología o transporte.
Este patrón no es exclusivo de Connecticut. Estados Unidos en su conjunto experimentó una disminución del 11% en las vacunas la semana pasada, según el Washington Post.
Como resultado, los proveedores de vacunas están comenzando a ver que las citas no se completan.
Eric Arlia, director del sistema de farmacia de Hartford HealthCare, dijo que el sistema probablemente comenzará a solicitar menos dosis semanales.
“Vamos a empezar a hacer pedidos en función de la cantidad de citas que creemos que podemos ofrecer y cubrir. Hasta ahora el Estado nos ha dado tantas dosis como puede y hace todo lo posible para llenar esas citas, y hasta hace unos días siempre se llenaban”, indicó Arlia.
Josh Geballe, director de operaciones del Estado, dijo que las solicitudes de los proveedores ya han comenzado a disminuir.
¿Obstaculizará esto los esfuerzos de Connecticut por alcanzar la inmunidad colectiva?
Connecticut probablemente necesitará entre el 70% y el 85% de su población vacunada antes de que pueda alcanzar la inmunidad colectiva y poner fin a la pandemia de manera efectiva, manifestaron los expertos.
Aunque el Estado se está acercando a este umbral, es casi seguro que el tramo final será el más difícil, ya que la vacilación se convierte en un obstáculo mayor.
“Estoy preocupado. Algo nos dice que la segunda mitad del Estado no busca la vacunación con la misma ferocidad que la primera mitad. Espero que la tendencia cambie”, expresó el doctor Tom Balcezak, director clínico de Yale New Haven Health.
Aun así, el gobernador Ned Lamont comentó que muchos residentes de Connecticut continúan vacunándose.
“Me gusta pensar que todavía tenemos un impulso bastante bueno, y miles de personas se vacunan todos los días, a pesar que la tendencia bajó un poco la semana pasada”, agregó el funcionario.
Hasta ahora, Connecticut ha fracasado en gran medida en distribuir las vacunas de manera equitativa, y es menos probable que los residentes afroamericanos, hispanos y otras personas de color las hayan recibido, según las cifras estatales.
A medida que el Estado se esfuerza por lograr la inmunidad colectiva, facilitar la vacunación de esos grupos será más importante que nunca, precisaron los expertos.
¿Qué significa esto para la estrategia de distribución del Estado?
Los funcionarios han sabido desde el principio que el suministro de vacunas eventualmente superaría la demanda, remodelando así el proceso de distribución. Con eso en mente, los proveedores de salud, a menudo con la ayuda de los gobiernos estatales y locales, han intensificado sus esfuerzos para atender a los pacientes donde se encuentran a través de camionetas móviles y clínicas emergentes.
En las próximas semanas, esos esfuerzos serán cada vez más importantes.
“A medida que sigamos viendo que nuestras citas están abiertas y no llenas, vamos a continuar haciendo un alcance adicional, llamando a los pacientes, brindando un acceso más fácil y sin fricciones a la vacuna”, apuntó Balcezak.
