Legalizar la droga arrojaría cientos de millones a las arcas de un Estado que enfrenta una brecha presupuestaria de $ 6 mil millones, expresó el funcionario
ALBANY.- El gobernador Andrew Cuomo prometió legalizar la marihuana en Nueva York, priorizando un impulso que se desmoronó el año pasado en medio de tensiones sobre quién debería poder vender la droga y dónde deberían ir los ingresos.
Cuomo describió el esfuerzo como una reforma de la justicia penal muy atrasada que podría ayudar a salvar las heridas en las comunidades afectadas por la guerra contra las drogas que duró décadas.
El esfuerzo se produce cuando el Estado enfrenta una brecha presupuestaria de 6 mil millones de dólares.
El Gobernador comentó que el programa legalizado de marihuana podría generar 300 millones de dólares al año en ingresos fiscales y miles de millones de dólares más en actividad económica cuando se implemente por completo, aunque eso podría estar a años de distancia.
La propuesta del Gobernador era parte de una larga agenda que incluía ofertas para impulsar el gasto ambiental, apoyar a las pequeñas empresas y abordar una variedad de enfermedades sociales, desde productos femeninos demasiado caros hasta la falta de diversidad en las granjas del estado.
Sin embargo, se mencionaron pocas respuestas específicas sobre cómo resolver el inminente déficit presupuestario, que es en gran parte el resultado de un gasto excesivo en Medicaid.
Cuomo no dijo si apoyaba aumentar los impuestos a los ricos, una propuesta popular entre los progresistas de su partido, incluida la Asamblea Estatal dirigida por los demócratas, o recortar los gastos para abordar el desequilibrio fiscal.
En cambio, Cuomo precisó que quiere reducir las tasas impositivas para las pequeñas empresas en un tercio, algo que dijo ayudaría a unos 36 mil contribuyentes.
Al mismo tiempo, Cuomo retuvo su inclinación por proyectos de infraestructura de mayor precio, y propuso invertir 300 millones de dólares para reutilizar el Canal Erie para atraer turistas, 9 millones para construir una instalación de drones en el norte del Estado y una suma no especificada en un ambicioso plan para modernizar la Penn Station para acomodar a 175 mil pasajeros adicionales mediante la construcción de ocho nuevas pistas.
Con el discurso del Gobernador comienza el inicio de la sesión legislativa del año, y llega justo después de un año histórico en Albany, donde los legisladores aprobaron nuevas leyes importantes sobre el alquiler, el cambio climático y los precios de congestión, entre otros temas.
El año pasado también fue un período de transición para Cuomo, durante los primeros ocho años en el cargo.
Cuomo trabajó con un Senado estatal republicano, que a menudo respaldaba sus súplicas de austeridad fiscal y rechazaba reformas progresistas.
Eso cambió en las elecciones de mitad de período de 2018, cuando los demócratas tomaron el control del Senado con la ayuda de varios candidatos jóvenes y liberales que desafiaron repetidamente a Cuomo, lo que a veces provocó conflictos acalorados.
Teniendo en cuenta las dificultades financieras del Estado, Cuomo se apoyó en gran medida en propuestas que necesitarían poca o ninguna financiación estatal, como prohibir la posesión de armas de fuego para personas que han cometido ciertos delitos menores en otros estados, prohibir los envases de alimentos de espuma y prohibir los opioides sintéticos similares al fentanilo.
