Parte I
Por ARNULFO ARTEAGA REALPE
Enviado Especial
El cierre del museo en Medellín
La Secretaría de Seguridad y Convivencia de la alcaldía de Medellín, en coordinación con el Ministerio Nacional de Turismo, acaba de cerrar el museo de Pablo Escobar, considerado el más grande narco-criminal, no solo de Colombia sino de Latinoamérica.
El museo, de propiedad de Roberto Escobar Gaviria, hermano del capo, y a quien se conoce como “El Osito”, ha venido funcionando en el barrio Las Palmas de Medellín, y según el alcalde Federico Gutiérrez, fue cerrado no solo porque carecía de licencia de funcionamiento como centro turístico, sino también “porque hacía apología a la vida de un narco-criminal que sembró el terror y la muerte, con lo cual hizo mucho daño a Colombia”.
Ahora, “El Osito”, quien dijo que tratará de legalizar el museo ante el Ministerio de Turismo registrándolo como un centro turístico, tendrá que pagar primero a la Ciudad una multa equivalente a los trece mil dólares.
En entrevista concedida a ELSOL News en Medellín, Roberto Escobar Gaviria, dijo que el museo ha atraído a muchos turistas de todo el mundo, y, que no solo se ha beneficiado él económicamente, sino también la Ciudad. “Vamos a comenzar a hacer los trámites necesarios para registrarnos ante el Ministerio de Turismo, para que el museo continúe abierto a los turistas nacionales e internacionales que vienen a Medellín solo por conocerlo”, dijo “El Osito”, no obstante que hay muchos sectores en el país, empezando por el Alcalde de Medellín, que se oponen férreamente a que el Ministerio de Turismo le conceda el permiso para que continúe operando.
Mientras que para la gran mayoría de los antioqueños el nombre de Pablo
Escobar es sinónimo de terror, de carros-bombas, de narcotráfico y de muerte hasta el punto de que se sienten avergonzados de que él haya sido paisa, en cambio para los habitantes del barrio “Pablo Escobar Gaviria”, a quienes les regaló sus casas donde viven, él es un héroe, algo así como un Robin Hood criollo. Y también para sus familiares, Escobar fue un hombre muy famoso que les dejó un apellido que se ha inmortalizado, y por eso ellos se creen unas celebridades, porque cuando uno les pregunta el parentesco que tuvieron con el capo, ellos afirman con orgullo, que efectivamente son sobrinos, o primos, o hasta sicarios., como el caso de Freddy Vélez, quien se ufana de que fue sicario de Pablo Escobar.
Y cuando EL SOL News iba a tomar una foto de la tienda de narco-souvenirs que tiene el museo, el sobrino del capo que es el que lo atiende, nos dijo que no podíamos tomar fotos sin antes pagar la entrada que equivalía a unos US 30 dólares. “Cuando usted pague la entrada, hasta me hago tomar una foto con usted”, me dijo como si se tratara de cualquier celebridad.
PROXIMA EDICION: El museo de Pablo Escobar.