
El mandatario firmó una orden ejecutiva que frena la separación de los niños inmigrantes de sus padres, sin embargo, la medida no es retroactiva
HARTFORD.-El gobernador Dannel Malloy criticó al presidente Donald Trump pese a que el mandatario firmó, el miércoles pasado, una orden ejecutiva que revierte la política de su propia Administración de separar a los niños migrantes de sus familias.
“El presidente no merece ninguna alabanza por revertir una política cruel y despiadada de su propia creación, especialmente cuando miles de niños permanecen separados de sus padres. Como dije antes, estos niños deben reunirse con sus familias, de inmediato. El presidente Trump dará a conocer los detalles de forma precisa para saber cómo y cuándo los niños serán devueltos a sus familias”, señaló el Gobernador.
“Si bien esta Orden Ejecutiva ya no separará por la fuerza a los niños de sus familias, sí busca encarcelarlos indefinidamente. Este curso de acción también es completamente inaceptable y una afrenta a la decencia humana básica. Encarcelar a estos niños indefinidamente como táctica para las negociaciones será recordada como uno de las más oscuros momentos en la historia de nuestra nación. El presidente Trump y sus facilitadores son nada menos que abusadores de niños”.
Orden ejecutiva empeora situación
En respuesta a la orden ejecutiva de Trump, Vanesa Suárez, de la organización Unidad Latina en Acción (ULA), declaró que “la orden ejecutiva del Presidente empeora la crisis de detención. Mantener a las familias juntas en jaulas durante meses o incluso años no es una solución. Construir más cárceles para albergar a las familias no es una solución. Además, Housing & Human Services ha anunciado que no harán nada para reunir a los padres que ya han sido separados de sus hijos”.
De acuerdo con la orden ejecutiva que firmó el mandatario, codifica la directiva de “cero tolerancia” del fiscal general de los Estados Unidos, Jeff Sessions, hasta que se apruebe nueva legislación de inmigración.
Esto significa que el gobierno enjuiciará a todos los migrantes por el “delito” de “entrada ilegal” o “reentrada”, que los condena a penas de prisión de hasta 20 años.
Esto también significa que Trump está reteniendo a los inmigrantes como rehenes en un intento de obligar al Congreso a aprobar una legislación inmigratoria regresiva.
Asimismo, limita la definición de la familia a padre-hijo. Los hermanos, tías, tíos, abuelos, entre otros, no se consideran familia.
La orden pone a las familias en jaulas administradas por el Departamento de Seguridad Nacional. Anteriormente, los niños y las familias detenidas debían ser retenidos en instalaciones contratadas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
La orden, además, dirige a los militares a construir nuevas cárceles para las familias inmigrantes.
Asimismo, permite a todos los departamentos federales ofrezcan sus edificios como cárceles.
Además, el New York Times informó que el Departamento de Salud y Servicios Humanos apuntó que “no habrá ningún caso pendiente de los casos existentes, es decir, los niños ya separados no se reunirán con sus padres antes”.