NEW HAVEN.- Una subvención federal tiene como propósito ayudar a Connecticut a aumentar la seguridad de los automovilistas y proteger mejor a los ciervos, osos negros, tortugas y otras criaturas salvajes que regularmente son embestidas, aplastadas y asesinadas en las carreteras estatales.
El Departamento de Transporte del Estado utilizará esa subvención de 363 mil dólares para identificar los cruces donde los animales se mueven entre hábitats y son más vulnerables a colisiones de vehículos, según la U.S. Department of Transportation’s Federal Highway Administration.
Los hallazgos ayudarán a determinar las ubicaciones para posibles construcciones futuras, según la agencia.
“Esta subvención nos permite realizar un análisis formal a nivel estatal de hábitats clave, posibles corredores de movimiento de animales y su intersección con la infraestructura de transporte”, manifestó el portavoz del Departamento de Transporte, Josh Morgan.
El trabajo se realizará durante los próximos dos años, de acuerdo con Morgan, y a finales de 2025, “habremos identificado áreas prioritarias y creado un mapa interactivo de cara al público, que proporcionará al Estado, los municipios locales y las partes interesadas información crítica para ayudar a reducir los accidentes, las lesiones y las muertes en las carreteras de Connecticut”.
Se estima que cada año se producen un millón de colisiones de vehículos contra animales silvestres en los Estados Unidos, y los choques que involucran animales grandes matan a unas 200 personas y lesionan a otras 26 mil cada año.
Los accidentes también le cuestan al público más de 10 mil millones de dólares al año, principalmente debido a la pérdida de ingresos, costos médicos y daños a la propiedad, según el gobierno federal.
Desde 2015 en Connecticut, se registraron 8 mil 359 accidentes de vehículos con venados que resultaron en lesiones o daños a la propiedad, un promedio de mil 28 incidentes al año, según el Repositorio de Datos de Accidentes de Connecticut.
Se reportaron heridos en aproximadamente la mitad de los accidentes, que también incluyeron tres muertes, indicó Morgan, y agregó que las cifras probablemente sean bajas porque es posible que los accidentes no siempre se informen.
El Departamento de Energía y Protección Ambiental (DEEP) del Estado estima alrededor de mil 600 colisiones entre venados y vehículos cada año.
Un promedio de 40 osos negros mueren cada año al cruzar las carreteras de Connecticut, según el DEEP, y cada año muere un puñado de alces en el Estado, principalmente en el área central norte de Hartland y sus alrededores.
En el año fiscal 2022-2023 que finalizó el 30 de junio, se reportaron alrededor de 10 mil colisiones entre automóviles y animales en el Estado, según un informe de la compañía de seguros State Farm.
El Estado ocupa el puesto 39º en número de accidentes y el 43º en riesgo de colisiones entre automóviles y animales, informó la compañía.
Las probabilidades generales de que un conductor atropelle a un animal en Connecticut son de 1 entre 267, en comparación con 1 entre 127 en todo el país.
Los conductores de Virginia Occidental tenían las mayores probabilidades de 1 en 38, seguidos de Montana (1 en 53), Pensilvania (1 en 59), Michigan (1 en 60) y Wisconsin (1 en 60), según State Farm.
La mayor cantidad de accidentes automovilísticos contra animales, más de 153 mil, ocurrieron en Pensilvania.
Las tortugas se encuentran entre las criaturas más vulnerables a morir en las carreteras de Connecticut. El DEEP recordó periódicamente a los automovilistas que estén atentos a las tortugas que cruzan la calle, principalmente hembras que van de camino a desovar en mayo y junio.
Connecticut se encuentra entre los 17 estados que recibirán un total de 110 millones de dólares en la primera ronda de 350 millones en subvenciones totales para el Wildlife Crossings Pilot Program, parte de la Ley de Infraestructura Bipartidista. La subvención de Connecticut es una de las más pequeñas en comparación con otros estados con proyectos de construcción planificados.
