NORWALK.- Más de 40 residentes de Connecticut todavía están tratando de salir de Afganistán después de que las fuerzas estadounidenses se retiraron. Funcionarios electos, organizaciones de ayuda y grupos de veteranos están tratando de sacarlos.
“Los maestros de las escuelas me llaman y me preguntan dónde están los estudiantes. Un estudiante de 10 años de New Haven que está atrapado en Kabul me envía mensajes de voz pidiéndome ayuda”, manifestó Chris George, director ejecutivo del Integrated Refugee & Immigrant Services (IRIS).
Hay un total de 43 residentes de Connecticut atrapados aún en Afganistán.
“Se están quedando sin comida y sin esperanza de poder salir pronto”, indicó George.
“Todavía quedan cerca de 60 mil personas en el país de las que nos hemos comprometido a salir, que están bajo amenaza de violencia por su trabajo con nosotros”, comentó Alex Plitsas, coordinador de evacuación en Afganistán.
Plitsas, residente de Fairfield y veterano del ejército, se asoció con otros veteranos y funcionarios de inteligencia para asegurarse de que los estadounidenses y afganos que ayudaron a los estadounidenses pudieran salir del país.
Hace casi dos semanas pudieron recuperar a ocho residentes de Connecticut de manera segura.
“Estamos muy emocionados de tenerlos de regreso en suelo estadounidense, pero aún hay más personas atrapadas, queda mucho por hacer”, expresó Plitsas.
Esos ocho residentes de Connecticut eran parte de un grupo de 800 ayudados en parte por la oficina del senador federal Richard Blumenthal.
“Desde el momento en que Estados Unidos retiró su última tropa, estuvimos trabajando para tratar de permitir que estas personas se fueran”, declaró Blumenthal.
Pero no fue una tarea fácil e involucró a varias organizaciones.
“La logística de permitir que las 800 personas salieran de su escondite al aeropuerto porque temían por sus vidas no ha sido nada fácil”, agregó Blumenthal.
“Nadie ha resultado herido en los últimos dos meses. Vamos a mantenerlos a salvo y haremos todo lo posible para ayudarlos hasta que todas esas personas salgan o nos quedemos sin efectivo”, dijo Plitsas.
“Muchos se encontraron atrapados detrás de las líneas. Muchas mujeres y niños se han quedado atrapados en una ciudad sitiada y es una situación difícil de asimilar, sobre todo para los niños”, comentó Plitsas.
Blumenthal señaló que “ante esta situación hemos tenido que trabajar a través de organizaciones de ayuda sobre el terreno, la situación ha sido complicada para que los estadounidenses que aún están atrapados puedan tomar un avión de manera segura”.
Plitsas, que trabaja con Human First Coalition, dijo que todavía están cuidando a miles de personas hasta que puedan encontrar un pasaje seguro en los aviones.
“Esperamos que vuelvan a casa. Todos estos meses han vivido en zozobra y caos por esta situación que parece que está lejos de terminar”, precisó George, refiriéndose a los residentes de Connecticut.