Unos 240 millones de estadounidenses están citados el 5 de noviembre para elegir entre Kamala Harris y Donald Trump para otorgarles la presidencia, el resultado de las elecciones dependerá de unos miles de votos en un puñado de estados clave.
Esto se debe al sistema de democracia indirecta que existe en EE.UU.
Al final, es un organismo llamado Colegio Electoral el que determina quién gana la contienda.
Qué es y cómo funciona el Colegio Electoral
Es un ente formado por 538 electores o delegados que representan a los estados y son quienes eligen al vencedor. Cada estado tiene la misma cantidad de electores que miembros en el Congreso, un número determinado en función de su población.
Los estados que más votos aportan son California (54), Texas (40), Florida (30) y Nueva York (28).
Los que menos aportan 3: Alaska, Wyoming, Dakota del Norte y Dakota del Sur, Delaware y Vermont.
A la capital, el Distrito de Columbia (D.C.), también se le asignan 3 electores.
Salvo muy pocas excepciones, el candidato que vence en un estado se lleva todos sus votos electorales. No importa si ha ganado allí por un voto o por un millón.
Para ser proclamado presidente, hay que lograr al menos 270.
Si hubiera empate, al presidente lo elegiría la Cámara de Representantes y al vicepresidente, el Senado.
Para esta cita en las urnas Harris tiene prácticamente asegurados 226 votos electorales de los 270 que se necesitan para proclamarse vencedor, y Trump, 219. Y es que hay estados que, elección tras elección, suelen mantenerse fieles a uno u otro partido. La pelea es entonces por 93 votos repartidos en los siete estados que en esta ocasión se prevén indecisos –por factores como el cambio demográfico— y que se agrupan en dos zonas geográficas: el Cinturón de Óxido (Rust Belt), la región del Nordeste y Medio Oeste que solía ser el motor industrial del país y hoy en decadencia, y el Cinturón del Sol (Sun Belt), la franja que se extiende de costa a costa en la parte sur del país.
También llamados estados péndulo o bisagra (swing states), el que tiene más peso es Pensilvania (19 votos), y aunque no son mayoría como en estados del suroeste, allí juegan un rol crucial los votantes hispanos, la población que más rápidamente ha crecido en la última década. La mayoría tienen raíces en Puerto Rico (más de 472.000, según el último censo) y República Dominicana.
Los siguientes estados clave con más votos electorales son Georgia (16) y Carolina del Norte (16), seguidos de Míchigan (15), Arizona (11), Wisconsin (10) y Nevada (6).
En ellos han centrado sus esfuerzos las campañas.
Saben que son estos siete estados los que decidirán si Harris hace historia como primera mujer en llegar a la Casa Blanca o si Trump recupera la presidencia tras haberla perdido en las elecciones de 2020.